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La moda en Para todos

Para todos se especializó en contenidos sobre cine y moda orientados, mayormente, a un público femenino. Los contenidos sobre moda aparecieron de forma dispersa en toda la revista, en artículos, ilustraciones y anuncios publicitarios.

Los artículos atendieron a tendencias sobre la moda y la indumentaria para eventos formales, ropa deportiva, ropa de uso en la calle y situaciones específicas, como el luto.

En relación con los referentes de las tendencias, aparecieron artículos que daban cuenta de elementos novedosos de la moda francesa o estadounidense. Si bien hacia la década de 1930 aún se tenía como referencia el "chic francés" de fines del siglo XIX e inicios del XX, la moda de Estados Unidos alcanzó mayor influencia, pues implicaba "una noción diferente de elegancia", propia de mujeres de clase media "incorporadas al quehacer de la urbe" (Montalva, Pía. "La vida elegante. Mujeres y distinción en Chile, 1900-1940". En Stuven, Ana María y Fermandois, Joaquín. Historia de las mujeres en Chile. Santiago de Chile: Aguilar Chilena de Ediciones, 2013, p. 176).

Según Diana Veneros, durante las tres primeras décadas del siglo XX, entre la nueva generación de mujeres el uso del maquillaje y cosméticos se hizo más general; también "comenzaron a exhibir más su anatomía"; "optaron por exhibir un pecho plano"; el cabello corto y las faldas cortas se hicieron populares y se dejó de usar corsets (Veneros, Diana. "Continuidad, cambio y reacción". Perfiles revelados: historia de mujeres en Chile, siglos XVIII-XX. Santiago de Chile: Universidad de Santiago, 1997, p. 30-31).

En relación con estos cambios en la moda, en octubre de 1927, revista Para todos hizo mención del uso del culotte -pantalón hasta la pantorrilla- como parte del "triunfo de una revolución en la moda" debido ya a su uso extendido,; a pesar de que "a todos los tradicionalistas" el uso de esta prenda le "parecerá absurda, loca, casi criminal, y que, sin embargo, no es más que la consecuencia lógica de la moda de los cabellos cortos y de las faldas no menos que cortas" (Gómez Garrido, E. "La revolución de la moda femenina". Para todos. Año I, número 1, 4 de octubre de 1927, p. 69).

Con el avance de los números, la revista evidenció cierta retirada de algunas tendencias -como la influencia de la ropa deportiva en el vestir diario- o bien, usos restringidos a algunos contextos, como fue el caso del uso de la falda corta: "La falda corta era hoy más necesaria que nunca, para dejar el cuerpo libre en sus diversas actitudes de sport, y trabajo y la mujer moderna no podía resignarse a abandonarla. Pero es un error creer que con estos nuevos deberes se perdería en nada la gracia y encanto propios del sexo femenino, pues lo recupera íntegro en sus trajes de noche" (Lelong, Lucien. "Se rechazan las faldas largas para la calle". Para todos. Año III, número 82, 25 de noviembre de 1930, p. 14).

Si bien la mayor parte de los artículos referidos a la moda estaban orientados a mujeres jóvenes y adultas, hubo textos enfocados en la vestimenta de niños y hombres. Por ejemplo, en el artículo "Cómo deberíamos vestir los caballeros", el autor indicó que "ya es hora que los hombres hagamos la revolución en materia de indumentaria. No hay duda que el traje masculino no ha progresado con todo lo demás, no se mantiene a tono con los grandes adelantos que preconizan la comodidad, la holgura y el goce de vivir" ("Cómo deberíamos vestir los caballeros". Para todos. Año II, número 60, 21 de enero de 1930, p. 14).

Ante estas nuevas inquietudes de la moda para hombres, Para todos dio a conocer algunos consejos para actualizar su vestimenta en línea con la comodidad como, por ejemplo, dejar el uso del saco para momentos de calor y preferir llevar chaquetilla o blusa

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