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Traducciones hechas por María Monvel

Durante los años posteriores a su viaje por Europa, entre 1925 y 1926, en conjunto con su esposo, Armando Donoso Novoa (1886-1946), Monvel colaboró en medios periódicos como Atenea y Para todos ­-revista de la que fue directora-, además de publicar la antología Poetisas de América (1929) y el volumen Sus mejores poesías (1934). En paralelo a este trabajo, la autora realizó traducciones al español desde el inglés, el italiano y el francés, de poemas y libros de diversa índole.

Aunque esta faceta no ha sido una de las más conocidas de su obra, María Monvel ha sido considerada como "una traductora relevante", pues "sus versiones tienen la difícil virtud de mantener la integridad, por medio del propio talento literario, de la obra original" (Geel, María Carolina. Siete escritoras chilenas. Santiago: Rapa Nui, 1949, p. 94).

Respecto a la traducción de poemas, la autora publicó en septiembre de 1931 el artículo "El Centenario del Soneto D'Arvers" de Alberic Cahuet (1877-1942) en Para todos. En él, comentó la historia del poema, que trata de un amor imposible y está dedicado a una mujer casada, de autoría del francés Félix Arvers (1806-1850). El artículo fue acompañado por la traducción de Monvel. Además de este soneto, la autora tradujo otros dieciséis sonetos de William Shakespeare, los que aparecieron en el libro Últimos Poemas (1937), editado luego de su muerte por Armando Donoso.

La primera novela traducida y publicada por Monvel fue Los jóvenes visitantes (1927) de la inglesa Daisy Ashford (1881-1972), escrita cuando la autora tenía nueve años, pero que fue publicada en su adultez.

Dos años después, Monvel publicó la traducción del libro Mis memorias de Emilio Salgari desde el italiano. Fue editado por Nascimento y llevó el subtítulo "El más sensacional de los libros del célebre novelista de aventuras". En 1934, apareció su traducción desde el francés de Los últimos días de María Antonieta del escritor luxemburgués Frantz Funck-Brentano (1842-1957). En 1935, fue publicada por intermedio de Ediciones Ercilla la traducción desde el inglés de la novela policíaca Seis hombres muertos del escritor belga Stanislas André Steeman (1908-1970).

La última traducción de un libro completo publicado por la autora fue El hombre: un desconocido, desde el francés, escrito por Alexis Carrel (1873-1944), premio Nobel de Medicina y Fisiología. El texto ha sido considerado como un libro polémico, pues en él se defendió la práctica de la eugenesia (Paredes, Micaela. "Historia de una dicha extraviada". En Monvel, María. La dicha tiene fin. Antología poética. Valparaíso, Chile: Editorial UV de la Universidad de Valparaíso, 2021, p. 12).

Dos de estos libros incluyeron un prólogo firmado por la autora. El primero de ellos, Los jóvenes visitantes de Daisy Ashford, fue un best seller en Inglaterra y Estados Unidos, que fue publicado en 1919 con una introducción del escritor James Barrie (1860-1937), creador del personaje Peter Pan (Sadler, David. "Innocent Heart: The Cild Authors of the 1920s". Children's Literature Association Quarterly. Volumen 17, número 4, 1992, p. 24).

En el prólogo a Los jóvenes visitantes, Monvel destacó el caso llamativo -"una cosa prodigiosa, casi inconcebible"- de que una autora de nueve años escribiera una novela. Si bien indicó que era un libro "escrito de una vez, sin puntuación ni ortografía", destacaba que -a diferencia de los libros para niños escritos por adultos- realmente "haría reír a carcajadas aun a los temperamentos más secos y esquivos". También resaltó "su visión infantil de las cosas" que entregaba a los lectores "una realidad deformada, enteramente nueva". Por último, Monvel indicó que "de esta novela pueden extraerse muchas conclusiones; esta, entre otras: la literatura moderna es un arte al alcance de los niños, puesto que un niño ha superado de golpe a la mayor parte de los escritores modernos (…) hoy la literatura de los niños es la única literatura posible" (Monvel, María. "Daisy Ashford, un novelista de nueve años". En Ashford, Daisy. Los jóvenes visitantes. Santiago: Editorial Nascimento, 1927, p. 16).

El otro prólogo que escribió Monvel fue en Los últimos días de María Antonieta, libro de corte histórico. A diferencia del prólogo a Los jóvenes visitantes, que se enfocó en la autora, en el caso del texto de 1934, Monvel se refirió principalmente a la figura del personaje de María Antonieta (1755-1793), a quien calificó como una "reina mártir y santa" y como una mujer que vivió un martirio antes de morir (M. M. "Jaculatoria". En Funck-Brentano, Frantz. Los últimos días de María Antonieta. Santiago, Chile: Ercilla, 1934, p. 5-6).

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