Sus mejores poemas (1934)

En 1934, María Monvel publicó el libro Sus mejores poemas, una selección realizada por ella misma, en la que incorporó textos de su obra poética previa -con la excepción de Remansos del ensueño (1918)-, además de un conjunto de poemas inéditos.
El libro de Monvel formó parte de una serie de volúmenes publicados por la Editorial Nascimento (todos encabezados por el título "Sus mejores poemas") que aparecieron entre las décadas de 1920 y 1930. Algunos de los otros textos que aparecieron fueron el libro homónimo de Manuel Magallanes Moure (1878-1924) en 1926 y el volumen de Daniel de la Vega (1892-1971) en 1930.
En la selección, Monvel incluyó doce poemas de Fue así… (1922) y diecisiete del libro editado en Barcelona en 1925 que formó parte de la colección Las mejores poesías líricas de los mejores poetas. Algunos de los doce textos restantes que aparecieron en Sus mejores poemas fueron fechados entre 1928 y 1932.
En relación con este último aspecto, según Javier Concha, la datación de "cada poema -salvo los últimos- permite dividirlos cronológicamente y contextualizarlos. El hecho de que la propia poeta haya seleccionado los poemas es un punto importante a considerar pues, de acuerdo a sus propias declaraciones en cuanto a su manera de escribir, es poco probable que la selección la haya hecho solamente pensando en la calidad de los versos y sí en la importancia personal que les atribuyó al considerarlos en la antología" (Concha, Javier. "Introducción". En Monvel, María. Poemas. Santiago: Gráfica Publicitaria Pirámide, 2012, p. 53).
Respecto de la selección de los poemas, Abel Valdés, crítico de El Mercurio, comentó en 1934 que la autora supo elegir sus versos y que lo hizo "con tal seguridad, con tal conciencia de su propia labor, que para el que examina el libro, es punto menos que imposible preferir una composición a otra; anteponer esta a aquella; gustar la hermosura de una, sin recordar inmediatamente la belleza de la anterior y de la siguiente" (Valdés, Abel. "Los mejores poemas, de María Monvel". El Mercurio. 4 de agosto de 1934, p. 7).
En cuanto a la técnica de los textos, Valdés mencionó que "en cada estrofa el poeta renueva su sentir; no hay una caída, un desfallecimiento en todo su canto. El arte de repetirse, sin que la repetición parezca tal, lo domina María Monvel como pocos artistas. Y en algunas composiciones ha sabido encontrar en su cuerda poética, un acento de vieja canción que constituye todo un acierto", como indicó que ocurría en el poema "La quiero porque la quiero", respecto al cual señaló que "todo el poema no es más que el desarrollo de la afirmación eterna. Canta la canción en el espíritu del lector, vuelve la melodía, se repite el motivo único, y queda cantando en el oído del lector que ya no la olvida" (Valdés, p. 7).
Lecturas recientes han destacado la inclusión del poema "Mi hija juega en el jardín", particularmente, por la reescritura realizada por Nicanor Parra (1914-2018), publicada con el título "En el jardín", en el libro Páginas en blanco (2001). En su versión, "Parra cambia la figura de la hija por la de la nieta y modifica unas cuantas palabras, pero mantiene la esencia del poema original". Según Micaela Paredes, "el lenguaje depurado y la intención narrativa, combinados con un vuelo lírico sutil, son lo que debe haber llevado al antipoeta no solo a reconocer la calidad del poema, sino a intentar una reescritura del mismo, como manera de hacerlo suyo" (Paredes, Micaela. "Historia de una dicha extraviada". En Monvel, María. La dicha tiene fin. Antología poética. Valparaíso, Chile: Editorial UV de la Universidad de Valparaíso, 2021, p. 11).
Para Jesús Cano, el poema de Nicanor Parra es una paráfrasis del texto de Monvel, en la cual Parra escribió "una estrofa menos y mínimas modificaciones, que jugaban a dar la impresión de ser lapsus al citar el texto de memoria". De este modo, "En el jardín" "era esencialmente el mismo poema. No citaba a Monvel por ninguna parte, pero con su humor característico señalaba en el encabezamiento que se trataba de una 'parráfrasis'" (Cano, Jesús. "Nicanor Parra y la fuente de Duchamp: desacralización, apropiacionismo y la poesía de los objetos". Revista Contextos. Número 47, 2020, p. 18).
"Mi hija juega en el jardín" de María Monvel fue publicado originalmente en la revista Claridad, el 10 de octubre de 1923; luego, formó parte de Las mejores poesías líricas de los mejores poetas: María Monvel (1925); y fue también incluido en la antología Poetisas de América (1929).
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