La mujer deportista en las revistas deportivas
La mujer como practicante de diversos deportes fue un tema importante desde los inicios de las revistas deportivas en Chile. Muchas de estas publicaciones dedicaban páginas a resaltar las noticias que llegaban desde el extranjero sobre mujeres que se consagraron en diferentes deportes de manera amateur o profesional.
No obstante, los comentarios de cronistas y columnistas se centraron en la idea de que el deporte femenino debía resaltar la belleza y delicadeza femenina, además del cuidado de la salud, evitando deportes que tuvieran algún nivel de violencia. El boxeo femenino fue el que concitó más detractores, mientras que la natación y el atletismo eran los más apropiados, según estas revistas, para la práctica de las mujeres.
La revista Sport y Actualidades resaltó de manera frecuente el rol de las mujeres en los deportes. Destacó a deportistas como mademoiselle Bellet y mademoiselle Broquedis en golf o Raymonde de Laroche en la aviación, la baronesa Walburga de Isasescu y miss Kellermann en la natación, a figuras del tenis y el automovilismo femenino, entre otras, aunque mantuvo el discurso de que el deporte y el ejercicio físico "contribuye al desarrollo de la belleza" ("Sport femenino". Sport y Actualidades. Año I, número 18, Santiago, 25 de agosto de 1912, p. 13).
Según Los Sports, la mujer chilena poseía todas las aptitudes para desarrollar cualquier tipo de deporte y estar a la vanguardia de las competencias internacionales. En su momento dedicó una entrevista a la buceadora chilena Ernestina Muñoz Astaburuaga (1909-1982), primera mujer en practicar ese deporte en Sudamérica ("La mujer y los deportes". Los Sports. Año I, número 44, Santiago, 11 de enero de 1924, p. 1-2).
La revista Match, por su parte, presentó una opinión ambigua respecto al deporte entre las mujeres que lo practicaron y sobre todo a su profesionalización, tal como lo hizo notar con la tenista Suzanne Lenglen, a quien criticó por querer profesionalizar su carrera en Estados Unidos ("No hay interés". Match. Año I, número 1, Santiago, 25 de octubre de 1928, p. 22). Sin embargo, ese mismo número resaltó a las "muchachas resueltas y gallardas" del equipo femenino de fútbol del pueblo Máximo Pacheco de Argentina, donde estas deportistas debieron enfrentar la negativa del párroco a realizar su primer partido, a pesar de contar con el apoyo de la gente del pueblo ("Football femenino". Match. Año I, número 1, Santiago, 25 de octubre de 1928, pp. 22).
De manera negativa, El Sport Ilustrado recalcó que el deporte estaba deformando el cuerpo de las mujeres, disminuyendo su belleza y generando cambios importantes en sus pies y sus manos, que antes eran inspiración para poemas pero que ahora los hombres debían cuidarse de "apretones… y pisotones que nos hagan ver las estrellas" ("El sport y las mujeres". El Sport Ilustrado. Año I, número 3, Santiago, 28 de agosto de 1909, p. 12-13).
En 1920, en el suplemento Deportes y Deportistas, se publicó la opinión del doctor Francisco Landa sobre la participación de las mujeres en el boxeo. Según este especialista, la práctica de esta disciplina por parte de ellas "nos impresiona mal, nos repugna, nos asusta porque ello nos parece una aberración o una monstruosidad" y que los mejores deportes para exhibir su "agilidad, gracia especial y alegría" eran el tenis, pingpong, salto, carrera, caza o natación ("El box entre las mujeres". Deportes y Deportistas. , 19 de diciembre de 1920, p. 7).
Todo lo anterior cambió con el reconocimiento de las deportistas profesionales y sus logros a nivel nacional e internacional, por las revistas As y Crack (1937-1939), que dedicaron muchas de sus páginas a resaltar las competencias de mujeres en áreas como el tenis, la natación, atletismo, basquetbol, entre otras, siendo la figura sobresaliente de la época la tenista Anita Lizana (1915-1994), que alcanzó el número uno del ranking mundial de tenis en 1937.
Crack le dedicó a Lizana un alto número de crónicas y columnas, además de una sección propia titulada "Anita Lizana y su vida íntima". El número 1 de la revista As (1935) y el número 9 de Crack tuvieron gran relevancia, puesto que en sus portadas apareció Anita Lizana (en Crack junto al tenista Alcides Procopio con quien practicaba en "dobles mixto"), siendo la primera mujer deportista profesional en ser resaltada de esa manera. Otra de las mujeres destacadas fue Blanca Fredes, record nacional de natación y representante de Chile en competencias internacionales.
Este ejemplo fue seguido por la revista Estadio, que dedico portadas, crónicas, columnas y entrevistas a figuras deportivas como Irene Paetz en la aviación, Adriana Millard en el atletismo, Hilda Ramos en el basquetbol, Marlene Ahrens (1933-2020) en el lanzamiento de jabalina o Ruby Bonder en la natación.


