Rosario Orrego en la Revista de Valparaíso
En 1873, Rosario Orrego fundó la Revista de Valparaíso (1873-1874), primera publicación periódica dirigida por una mujer que tuvo como fin hacer periodismo y divulgar el conocimiento. Si bien existió un antecedente a esta revista en El eco de las señoras de Santiago (1865), este periódico tuvo como propósito principal la defensa de la religión oficial en el contexto de las reformas constitucionales que se discutían en el Congreso en 1865 (Ramírez, Verónica. "Ciencia y mujer: aproximación a un estudio del rol de las primeras divulgadoras de la ciencia en Chile". Cuadernos de Historia Cultural. Número 5, 2016, p. 78).
En el prospecto de la revista, se estableció que los fines de un "periódico literario" como la Revista de Valparaíso eran publicar investigaciones que fueran fruto de la inteligencia y servir de estímulo para "despertar la apatía y alentar la timidez en una sociedad como la nuestra, en donde por falta de iniciativa y estímulo, toda idea que traspasa la esfera del provecho material es acogida con frialdad, cuando no con burlesca sonrisa" (Revista de Valparaíso. Tomo I. Valparaíso: Imprenta del Mercurio, 1873, p. 3). Siguiendo esta línea, la Revista de Valparaíso publicó textos literarios y científicos de intelectuales del periodo y, aunque en su mayoría fueron colaboraciones de hombres, aparecieron textos de mujeres de la élite intelectual, como Lucrecia Undurraga Solar (1841-1901), Ángela y Regina Uribe Orrego, además de colaboraciones de la misma Rosario Orrego.
Orrego publicó en este medio dos de sus novelas, Los busca-vida en 1873 y Teresa en 1874; poemas, entre los cuales aparecieron las composiciones que leyó como participante de la Academia de Bellas Letras; y artículos sobre su visión de la sociedad de la época.
Uno de estos artículos se titula "El lujo y la moda", en el que cuestionó la excesiva atención de las mujeres por adquirir artículos ostentosos, actitud que, para la autora, traía "incalculables estragos para el hogar y por consiguiente para la sociedad". Para Orrego, esta inclinación era especialmente compleja considerando el rol moral de la mujer de élite en la esfera privada: "Si los hombres hacen las leyes, las mujeres hacen las costumbres: sobre ellas cae la mayor responsabilidad de todo lo que tiene de materialista, de interesado y de penoso para toda alma noble las costumbres del siglo" (Orrego, Rosario. Revista de Valparaíso. Tomo I. Valparaíso: Imprenta del Mercurio, 1873, p. 414).
Entre los artículos que publicó en la Revista de Valparaíso, Orrego estuvo a cargo de la sección "Revista de la quincena", en la que presentó textos sobre asuntos de actualidad, tales como la publicación de obras literarias y el estreno de espectáculos artísticos; temas de discusión del momento como la posibilidad de un cataclismo para el año 1875 o el espiritismo; y asuntos políticos, como la separación entre Iglesia y Estado y el debate sobre el voto acumulativo.
En la "Revista de la quincena" Orrego emitió sus opiniones a través de un lenguaje ameno que buscó "ganarse la simpatía del público", aludiendo a "determinadas novedades que ella, como sujeto ilustrada, consideraba importante destacar, esperando incentivar en ese lector ideal el gusto por las luces, su capacidad de reflexión y su juicio crítico" (Contreras, Joyce. "Las transformaciones del campo cultural a mediados del siglo XIX y el surgimiento de una escritora moderna: Rosario Orrego de Uribe". Escritoras chilenas del siglo XIX: su incursión pionera en la escuela pública y el campo cultural. Santiago de Chile: RIL, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, 2017, p. 91-92).