Carlos Silva Cruz, director de la Biblioteca Nacional

Carlos Silva Cruz fue director de la Biblioteca Nacional entre 1910 y 1927, periodo en el que se llevaron a cabo las primeras etapas de construcción del edificio actual de la biblioteca, así como varias reformas en el funcionamiento de la institución.
En 1910, Silva Cruz se desempeñaba como subsecretario del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, durante el periodo del ministro Emiliano Figueroa (1866-1931). En este rol, formó parte de la delegación chilena del Congreso Científico Internacional Americano de Buenos Aires (1910). Mientras cumplía dicha función, fue llamado por Figueroa para tomar el cargo de Director de la Biblioteca Nacional (Silva Cruz, Carlos. "El 119 aniversario de la fundación de la Biblioteca Nacional". Boletín de la Biblioteca Nacional. Año III, número 15, septiembre de 1932, p. 216).
Silva Cruz fue nombrado director de la Biblioteca Nacional el 12 de julio de 1910. Sucedió a Ramón Laval Alvear (1862-1929), quien ejerció la labor de director suplente, luego del fallecimiento repentino de Luis Montt Montt (1848-1909), el 25 de noviembre de 1909 (Martínez, Sergio. "El director D. Carlos Silva Cruz". Biblioteca Nacional. Santiago: La Dirección, 1982, p. 48-50).
Recién iniciado su periodo, incorporó mejoras en el edificio de la Biblioteca, ubicado por entonces en el Palacio del Real Tribunal del Consulado, en la esquina de las calles Compañía y Bandera. Allí integró los servicios de teléfonos y de luz eléctrica en los depósitos de los libros (García, Marina. Monografía de la Biblioteca Nacional. Tesis para optar al grado de arquitecto, Universidad de Chile, 1959, p. 55). No obstante las mejoras, el edificio de la biblioteca se encontraba deteriorado y se había hecho estrecho para la cantidad de materiales bibliográficos y documentales que albergaba.
En 1912, el presidente de la república, Ramón Barros Luco (1835-1919) propuso la construcción de un nuevo edificio para la Biblioteca Nacional. Este proyecto marcó gran parte de la gestión de Silva Cruz pues en su rol de director participó en la gestión de los fondos, la revisión del proyecto arquitectónico, la reorganización de las colecciones y la reestructuración de los servicios.
Respecto de las reformas que incorporó Silva Cruz al funcionamiento de la Biblioteca Nacional, se adoptó el Sistema de clasificación decimal Dewey, método de organización de bibliotecas de origen estadounidense que comenzó a ser implementado en la institución chilena en 1912, bajo la responsabilidad de Ricardo Dávila Silva (1873-1960), jefe de la Sección Bibliográfica en 1913 (Manutila. "La Biblioteca". La Mañana, 24 de agosto de 1913, p. 5). Este sistema divide el conocimiento en diez áreas, clasificación que sirve para ordenar los materiales temáticamente, según su pertenencia al campo disciplinar correspondiente.
En su periodo de dirección, Silva Cruz creó la Sección de Informaciones Bibliográficas, que tuvo a cargo la Revista de Bibliografía Chilena y Extranjera, editada entre enero de 1913 y diciembre de 1918 (García, p. 58) y también la Bibliografía General de Chile, ambos proyectos encabezados por el jefe de la sección Emilio Vaïsse (1860-1935).
La sección de Lectura a Domicilio había sido creada bajo la dirección de Luis Montt, sin embargo, en el periodo de Silva Cruz amplió sus labores. Entre las iniciativas que sumó, se estableció -en colaboración con la Sección Bienestar de la Dirección General de Ferrocarriles- un "Vagón-Biblioteca" que recorría la red de ferrocarriles de Santiago al Sur, "habilitado con libros de Lectura a Domicilio" (Alarcón, Justo. "Biblioteca Nacional de Chile (aportes a su historia)". Mapocho. Número 73, primer semestre 2013, p. 90). También se incrementó el número de volúmenes que tenía esta sección a disposición del público; de los diez mil a los treinta mil ejemplares (Martínez, p. 50).
Silva Cruz habilitó, además, un Salón de lectura en el edificio antiguo de la biblioteca, que funcionaba desde las diez de la mañana a las cuatro de la tarde. A partir de las dieciocho horas "se transformaba en sala de actos; ya sea de conferencias, de sesiones públicas o privadas, o de conciertos". Este espacio fue utilizado para sus reuniones por la Société Scientifique du Chili, la Academia Chilena de la Lengua, la Sociedad Bach y la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. Entre las visitas recibidas en este salón se hallaron el escritor y político argentino Belisario Roldán (1873-1922), la actriz española María Guerrero (1867-1928) y el explorador irlandés Ernest Shackleton (1874-1922) (García, p. 60-61).
Durante la administración de Silva Cruz, se creó la Dirección General de Bibliotecas, por decreto del 29 de octubre de 1921. A esta dirección se le "concedió tuición sobre la Biblioteca Nacional, las bibliotecas departamentales y las bibliotecas de los establecimientos de enseñanza". A partir de la creación de esta entidad, el director de la Biblioteca Nacional era a la vez Director General de Bibliotecas (Silva Castro, Raúl. "Reseña Histórica de la Biblioteca Nacional de Chile". Sesquicentenario de la fundación de la Biblioteca Nacional. Ediciones de la revista Mapocho. Anejo del número 3, octubre de 1963, p. 168).
Carlos Silva Cruz se acogió a la jubilación en febrero de 1927, momento en que la dirección de la Biblioteca Nacional fue asumida por Eduardo Barrios (1884-1963) (Alarcón, p. 87-88).