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Pensamiento de Carlos Silva Cruz sobre las bibliotecas

Tanto durante su trabajo en el ámbito de la educación como en su gestión en la dirección de la Biblioteca Nacional, Carlos Silva Cruz reflexionó acerca del rol del sistema educativo y las bibliotecas en el acceso de las personas al conocimiento.

En agosto de 1903, en el Ateneo de Santiago, Silva Cruz dio una conferencia acerca del sistema educativo estadounidense, que fue fruto de su experiencia de veintiún meses en el país norteamericano (Silva Cruz, Carlos. "Unas cuantas palabras al lector". En Marín Vicuña, Santiago. Por los Estados Unidos. Santiago: Nascimento, 1925, p. 8), a donde viajó -partiendo de Chile en abril de 1901- como delegado especial de la sección de Instrucción de la comisión chilena que participó en la Exposición Pan-Americana de Búfalo (Laso J. Tadeo. La exhibición chilena en la exposición pan-americana de Buffalo, E. U. 1901. Santiago: Imprenta y encuadernación Barcelona, 1902, p. 76).

En la conferencia Un gran ejemplo -publicada luego en los números 187 y 188 de El Educador y como folleto en 1903 (Biblioteca Nacional de Chile. Anuario de la prensa chilena. Santiago de Chile: Editorial del Pacífico, 1911, p. 287)-, Silva Cruz sugirió que una de las razones del "alto grado de progreso, de prosperidad y de riqueza" de Estados Unidos -además de sus recursos naturales y de su organización política- era "el empeño constante y eficaz que se ha gastado siempre en mejorar la condición intelectual y moral de las clases populares, es decir, de la gran mayoría de la población" pues "es una particularidad de los estadistas norteamericanos la de haber siempre considerado la educación y el mejoramiento del pueblo, no solo como un agente del progreso social, intelectual y moral, sino como un factor económico de primera fuerza" (Silva Cruz, Carlos. Un gran ejemplo. Conferencia dada en el Ateneo de Santiago, en Agosto de 1903. Santiago: Imprenta, Litografía y Encuadernación Barcelona, 1904, p. 7-8).

Esta visión del sistema educativo estadounidense contemplaba el rol auxiliar o complementario de otras instituciones que "contribuían a la educación y al mejoramiento de las clases populares", como bibliotecas públicas, circulantes y populares; salones de lectura; patronatos, asilos y sociedades (Silva Cruz, p. 10-11).

En su gestión como director de la Biblioteca Nacional (entre 1910 y 1927), Carlos Silva Cruz le dio continuidad a su pensamiento sobre la importancia de la educación y la necesidad de facilitar el acceso a la lectura, enfatizando el papel de las bibliotecas.

En una entrevista publicada en el diario El Mercurio en septiembre de 1913, Silva Cruz caracterizó las bibliotecas -especialmente las nacionales- como instituciones que, junto con conservar el pasado, tenían la misión de ser "faro y guía de las actividades del porvenir", destacando también su dimensión democrática y niveladora. Una biblioteca nacional debía tener, "como Jano, dos caras: una que contemple el pasado y otra que mire al futuro" (Silva Cruz, Carlos. "La Biblioteca Nacional. Su futuro desarrollo y sus necesidades. Entrevista con su Director Sr. Silva Cruz". El Mercurio. Santiago, 14 de septiembre de 1913, p. 23).

El 24 de junio de 1925, con motivo de su visita a la Universidad de la Plata, Argentina, Carlos Silva Cruz dio la conferencia "La expansión cultural de las grandes bibliotecas", en la que se preguntó por la relación "entre las grandes bibliotecas y las grandes universidades".

Para su respuesta, Silva Cruz tomó como base las palabras de José Vasconcelos (1882-1959) -Secretario de Educación Pública de México en dos periodos, 1914-1915 y 1921-1924- sobre los establecimientos de educación, que por muy completos y bien organizados que sean, quedan "forzosamente cortos en la tarea de formar un pueblo inteligente, consciente e ilustrado, como lo requiere la activa y áspera competencia de la vida moderna". Por tal razón, Silva Cruz destacó el papel de las bibliotecas como complementos del sistema educativo y los libros como materiales fundamentales del progreso (Silva Cruz, Carlos. "La expansión cultural de las grandes bibliotecas". Humanidades. Tomo XI, La Plata, 1925, p. 12-13).

Silva Cruz presentó como modelo el caso de las bibliotecas públicas norteamericanas "de fácil acceso, atrayentes, acogedoras", donde toda persona tenía la posibilidad de encontrar, "si es posible, todo libro digno de ser leído, aun el más escaso. De ahí la necesidad de un sistema bibliotecario, tan amplio, tan extenso y tan cuidadosamente organizado como el sistema de servicios educativos" (Silva Cruz, p. 13).

Siguiendo esta experiencia, Silva Cruz propuso un sistema de bibliotecas con cuatro tipos: la infantil, para niños de cuatro a catorce años, "con carácter eminentemente educativo y con material sano, moralizador y estimulador, seleccionado en vista del primordial objetivo de despertar la curiosidad intelectual"; la biblioteca popular, "destinada al gran público, especialmente al trabajador manual"; las bibliotecas técnicas, "llamadas a cooperar en el desarrollo y perfeccionamiento de las diversas tareas productoras"; y la biblioteca superior general, de carácter informativo, "suma y síntesis de todas las otras, donde todos encuentren todo, desde el solaz y el esparcimiento hasta las herramientas del más elevado trabajo de investigación original o de creación mental" (Silva Cruz, p. 11-15).

Con ocasión del cumplimiento del aniversario de la Biblioteca Nacional en 1932, Silva Cruz -que había dejado el cargo de director en febrero de 1927- presentó la conferencia "Recuerdos de la Biblioteca Nacional". El texto fue recogido en el Boletín del establecimiento con el título "El 119 aniversario de la fundación de la Biblioteca Nacional".

En esta conferencia, retomó las ideas promovidas en la Universidad de La Plata en 1925. En el caso del sistema de bibliotecas, sumó la "Biblioteca Escolar, que debía acompañar a todos los establecimientos educativos, desde la escuela primaria hasta la universidad, sirviendo de auxiliar y complemento a la educación sistemática", poniendo como ejemplo la biblioteca que existió en el Instituto Nacional, a cargo de Enrique Barrenechea (Silva Cruz, Carlos. "El 119 aniversario de la fundación de la Biblioteca Nacional". Boletín de la Biblioteca Nacional. Año III, número 15, septiembre de 1932, p. 219).

En esta conferencia, nuevamente puso como modelos las bibliotecas norteamericanas, indicando que "las grandes bibliotecas deben ser, no solo conservadoras de la tradición intelectual de una raza o de un conglomerado humano, archivo de su pensamiento y de su orientación mental a través de las edades, sino también y, sobre todo, como ya lo he expresado, establecimientos eminentemente expansivos: deben poseer, no solo la fuerza centrípeta necesaria para acumular lo más selecto del pensamiento humano, sino la energía centrífuga indispensable para esparcirlo e irradiarlo en todas direcciones" (Silva Cruz, p. 218).