“Recuerdos de niño” y “Memorias viejas” de Guillermo Labarca

Guillermo Labarca Hubertson (1879-1954) colaboró en los primeros números de la revista Lecturas con textos sobre experiencias de la infancia y juventud, con la serie de dos crónicas titulada "Recuerdos de niño" y el texto "Memorias viejas. Recuerdos literarios" (Subercaseaux, Bernardo. "Editoriales y círculos intelectuales en Chile 1930-1950". Revista Chilena de Literatura. Número 72, abril de 2008, p. 223-224).
En la sección "Algunos de los autores que escriben en este número" de Lecturas, apareció una semblanza de Guillermo Labarca. En esta, además de dar a conocer brevemente su trabajo como escritor, se precisó que los textos "Recuerdos de niño" correspondían a "trozos simpatiquísimos que evocan un tiempo de ayer, un tiempo sin luchas, sin preocupaciones y más feliz, pero perdido para siempre" ("Algunos de los autores que escriben en este número. Lecturas. Año I, número 1, 13 de octubre de 1932, p. 2).
Como se anunciaba en este texto sobre el autor, los dos artículos que conformaron la serie "Recuerdos de niño" dieron a conocer diferentes juegos que los niños -incluido él en su infancia- solían practicar. En la primera de las crónicas, se describieron los juegos "Juan el gordo" y "Las bolitas", mientras que en el segundo, "La barra", "El trompo" y "El volantín".
En los textos sobre los juegos, Labarca dio a conocer sus reglas y también algunas apreciaciones sobre su propia experiencia infantil. Por ejemplo, en el caso de "El volantín", contó cómo se preparaba el "hilo curado" del volantín -hilo mezclado con vidrio molido- y las competencias entre los niños por cortar el cordel de los otros volantines. Respecto de quien tenía éxito en esta actividad, comentó que "por mucho tiempo, a veces hasta por dos años, se perpetuaba en la crónica heroica del barrio, el nombre del héroe que consiguió echar cortada la bola" -nombre con el que era conocido un gran volantín redondo- "que por tanto tiempo fuera la peligrosa e inevitable atracción de todos los volantines" (Labarca, Guillermo. "Recuerdos de niño". Lecturas. Número 3, 10 de noviembre de 1932, p. 43).
"Recuerdos de niño" incluyó ilustraciones de Alfredo Adduard (1899-1969), quien también fue el ilustrador de Mamita (1931-1933). Esta revista, al igual que Lecturas, fue dirigida por Amanda Labarca Hubertson (1886-1975). Con posterioridad, Adduard trabajó nuevamente con Amanda Labarca con ilustraciones para el libro Nuevo silabario americano (1960).
Los textos de la serie "Recuerdos de niño" aparecieron en los números uno y tres de Lecturas, mientras que "Memorias viejas" fue publicado en la cuarta edición. En este texto, Guillermo Labarca relató su experiencia de ser "el nuevo" en el internado escolar y su participación en la Academia Miguel Luis Amunátegui.
Esta academia funcionó como una agrupación literaria del Instituto Nacional integrada por estudiantes (Labarca, Guillermo citado por González Vera, José Santos. Algunos. Santiago de Chile: Nascimento, 1967, p. 112), en la que desarrolló sus intereses literarios y conoció, entre otros, a los futuros escritores Óscar Sepúlveda (1878-1910), Diego Dublé Urrutia (1877-1967) y al político Alberto Cabero (1874-1955) (Labarca Hubertson, Guillermo. "Memorias viejas. Recuerdos literarios". Lecturas. Año I, número 4, 24 de noviembre de 1932, p. 9).
"Memorias viejas. Recuerdos literarios" correspondió a la última colaboración de Guillermo Labarca en Lecturas.
Complementos
- Mamita. Revista semanal de cuentos infantiles (1931-1933)
- Empresa Letras (1926-1936)
- Guillermo Labarca Hubertson (1879-1954)
- Leyendo para el lector
- Los autores critican a los críticos
- Luis Enrique Délano en Lecturas
- Manifiesto de poesía decoracionista
- “Recuerdos de niño” y “Memorias viejas” de Guillermo Labarca