Ramón Laval en la Biblioteca Nacional

La trayectoria laboral de Ramón Laval en la administración pública comenzó en el servicio de correos y posteriormente continuó en la Biblioteca Nacional de Chile, en donde trabajó hasta agosto de 1925, cuando se acogió a la jubilación (Alarcón, Justo. "Biblioteca Nacional de Chile (aportes a su historia)". Mapocho. Número 73, primer semestre de 2013, p. 74). Entre los distintos cargos que desempeñó en esta institución, fue director interino en dos oportunidades, en los años 1909 y 1921.
Ramón Laval comenzó su carrera en la Biblioteca Nacional hacia fines de 1891 por petición del director de la institución de la época, Luis Montt Montt (1848-1909). El siete de abril del siguiente año Laval fue nombrado por decreto Jefe de Sección. En 1905, Montt creó el cargo de Secretario y nombró a Laval, noticia que fue celebrada en diarios como La Unión de Santiago y El Diario Ilustrado, los que destacaron la dedicación de Laval en su trabajo en la biblioteca.
Durante sus primeros años de servicio en la institución, Laval fue autor de trabajos como Bibliografía musical: composiciones impresas en Chile y composiciones de autores chilenos publicadas en el extranjero (1898); la noticia bibliográfica Un incunable chileno: modo de ganar el Jubileo Santo: año de 1776 (1910); y Bibliografía de bibliografía chilenas (1915), publicado como separata, pero que originalmente formó parte del primer tomo de la colección Bibliografía general de Chile, a cargo de Emilio Vaïsse (Omer Emeth) (1860-1935) (Feliú Cruz, Guillermo. Las publicaciones de la Biblioteca Nacional. 1854-1963). Santiago: Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, 1964, p. XV).
En miras de la celebración del centenario de la fundación de la Biblioteca Nacional en 1913 -conmemoración que se sumó a las actividades en torno al centenario de la República- Luis Montt lideró el proyecto de construcción del nuevo edificio de la institución, cuya finalización se esperaba para agosto de 1923 (Alarcón, p. 44).
En noviembre de 1909, Montt falleció, por lo que no alcanzó a ver concretado el proyecto del nuevo espacio para la biblioteca. Las gestiones vinculadas a la elección y construcción del edificio quedaron a cargo de Ramón Laval, durante su primer interinato como director.
En 1913, durante la dirección de Carlos Silva Cruz (1872-1945), Laval fue nombrado Subdirector de la Biblioteca Nacional, en reconocimiento a su trayectoria. Como tal, se le encomendó estudiar "la instalación y organización de las mejores bibliotecas públicas y el funcionamiento del servicio de canje internacional" de bibliotecas de Estados Unidos y Europa (Feliú Cruz, Guillermo. Ramón A. Laval (1862-1929): la bibliografía de bibliografías chilenas. Santiago de Chile: [s.n.], 1969, p. 5-6).
Con motivo de su partida, se le hizo una manifestación en apoyo, liderada por Silva Cruz y otros compañeros de la institución, entre los que se hallaron Emilio Vaïsse, Tomás Thayer Ojeda (1877-1960), Enrique Blanchard-Chessi (1870-) y Mariano Latorre (1886-1955) ("Manifestación de despedida al Sub-director de la Biblioteca Nacional". El Diario Ilustrado, 28 de julio de 1913, p. 1). Sin embargo, Laval no visitó Estados Unidos debido a la coincidencia entre el viaje y el nacimiento próximo de uno de sus nietos (Díaz Arrieta, Hernán citado por Ossa, Samuel. Don Ramón A. Laval (de la Revista chilena de historia y geografía). Santiago de Chile: [s.n.], 1930, p. 123).
En su carácter de Subdirector, también realizó visitas a imprentas de ciudades del sur del país, entre ellas, Concepción, Linares y Talca con el fin de elaborar un informe -publicado después en el Boletín de la Biblioteca Nacional- acerca del cumplimiento de la normativa que exigía a las imprentas el depósito de tres ejemplares de sus ediciones en la Biblioteca Nacional, expresada en la Ley de Propiedad Literaria y Artística (1834), entonces vigente (Laval, Ramón. "Informe pasado a la Dirección de la Biblioteca Nacional acerca de la comisión que se le confirió para visitar las imprentas del sur del país". Boletín de la Biblioteca Nacional. Números 18-20, marzo-mayo 1903, p. 49-50).
En enero de 1922 viajó a Tarapacá y Antofagasta, comisionado para verificar el cumplimiento del depósito legal de las imprentas de estas provincias y el funcionamiento de las bibliotecas. El trabajo de este viaje fue luego reportado en un informe que Laval publicó en El Mercurio de Antofagasta (Feliú Cruz, p. 5-6) en el mes de octubre. En el artículo, dio a conocer el estado de las bibliotecas antofagastinas e indicó algunas medidas para mejorar su funcionamiento, entre ellas, la normalización del uso del sistema de catalogación y la reglamentación del préstamo a domicilio, el que "generalmente se hace sin depósito de dinero que garantice la conservación y devolución del libro prestado". Respecto a las imprentas, indicó que de las diez que existían en la ciudad, ninguna conocía "las relaciones legadas obligadas con la Biblioteca Nacional", respecto del depósito legal (Laval, Ramón. "Las bibliotecas públicas y privadas en la ciudad". El Mercurio de Antofagasta. Año XVI, número 515, 9 de octubre de 1922, p. 7).
En sus últimos años como funcionario de la institución, continuó en su cargo como Subdirector y, en 1921, se desempeñó como director interino durante algunos meses, pues Carlos Silva Cruz había sido nombrado transitoriamente Ministro de Guerra. En este interinato, se continuaron los trabajos de construcción del nuevo edificio de la Biblioteca.
Complementos
- Bibliografía de bibliografías chilenas (1915)
- La posta y la filatelia en Chile
- Paremiología chilena. Discurso de incorporación de Ramón Laval a la Academia Chilena de la Lengua (1923)
- Ramón Laval en la Biblioteca Nacional
- Recopilaciones del folclor de Carahue por Ramón Laval
- Recopilaciones del folclor realizadas por Ramón Laval