Viviana Steiner dirigió importantes montajes como Luna Negra basada en la vida de Camille Claudel (1991), Las lágrimas amargas de Petra Von Kant (1993), Medea Material (1996-1997), Titus Andrónicus (1999) y fue invitada como directora de la Muestra Nacional de Dramaturgia en varias ocasiones. Su trabajo más elogiado fue La puta madre, una versión de La Orestíada donde el dramaturgo Marco Antonio de la Parra recontextualiza la tragedia en la sociedad chilena de la postdictadura, llena de culpas e inequidades.