La prensa de principios del siglo XX se caracterizó por intentar entregar una información de carácter objetivo y comercial acorde con la idea moderna de profesionalización del periodismo, dejando atrás las prácticas políticas y doctrinarias de los periódicos del siglo XIX (Valdebenito, Alfonso. Historia del periodismo chileno (1812-1955). Santiago: 1956, p. 70).

En ese sentido, entre las secciones más importantes del diario La Nación se encontraban las "Informaciones del extranjero", que ocuparon parte importante del periódico. Al igual que el resto de los diarios de la época, La Nación cumplió un rol informativo, que replicó la postura neutral del gobierno chileno respecto de la primera Guerra Mundial, el principal foco noticioso durante sus primeros años de vida editorial.

Sobre la neutralidad chilena, el periodista Carlos Silva Vildósola (1870-1939) escribió que "la prensa chilena adoptó una actitud reservada y serena, como correspondía a un país neutral y en el cual viven ciudadanos de todos los países beligerantes. Nuestros diarios han llevado aún demasiado lejos su respeto por los sentimientos de los grupos extranjeros que residen en Chile. Esto y un deseo de hacer justicia, de formarse un criterio propio, de dejar lo que los ingleses llaman fair play, hizo que los diarios chilenos, me refiero a la prensa que influye sobre la opinión, aparecieran en los comienzos de la guerra como descoloridos" (Silva Vildósola, Carlos. Chile y la guerra europea. Santiago, 1918, p. 19).

La elite chilena de comienzos del siglo XX otorgó gran relevancia a los sucesos del extranjero, siendo estas noticias una importante herramienta de interpretación de la realidad nacional que influyó en la toma de decisiones en los ámbitos político y económico. Los sucesos europeos eran los más seguidos y consumidos por este grupo social, que se vieron amedrentados por las revoluciones y movimientos sociales que concitaron el desarrollo de la guerra. El miedo principal era que estos sucesos se replicaran en Chile (Torres Dujisin, Isabel. El imaginario de las elites y los sectores populares: 1919-1922. Santiago: Editorial Universitaria, 2010, p. 31-32).

En este sentido, desde 1917 La Nación informó las diversas noticias llegadas desde Europa y otras partes del mundo, gracias al aporte de sus corresponsales y los de The United Press, una empresa periodística internacional fundada en Estados Unidos en 1907 que vendía la información recopilada por sus periodistas. Las publicaciones internacionales de La Nación eran posteriormente reproducidas por otros diarios y periódicos a lo largo del país. Los corresponsales más reconocidos de La Nación fueron Álvaro Yáñez -hijo de Eliodoro Yáñez- quien vivía en Paris, Luisa María Álvarez, en Buenos Aires, junto con Carlos Morla Lynch, Ernesto Torrealba, Fernando García Oldini e Inés Echeverría, quienes se movilizaban por diversos países del mundo. Incluso el propio Eliodoro Yáñez trabajó como corresponsal para su diario durante su viaje a Europa en 1919. La visión de Yáñez con respecto a este trabajo informativo era la de "la mayor libertad para el redactor: cada uno tocaba la cuerda de su predilección y empleaba el tono de su gusto, sin que la dirección se avanzara a otra cosa que a dar instrucciones generales" (Silva Castro, Raúl. Prensa y Periodismo en Chile (1812-1956). Santiago: Ediciones Universidad de Chile, 1958, p. 380).

En las páginas del diario, sus lectores y lectoras encontraron informaciones sobre la primera Guerra Mundial y los pormenores de la Revolución Rusa, el fin de la Guerra o el ascenso al poder de Benito Mussolini y Josef Stalin, el estallido de la revolución en China y en Alemania, la elección de un nuevo Papa en Roma y otros temas diversos.

En el ámbito económico, las noticias sobre la guerra se entremezclaron con las noticias de la venta internacional del salitre, industria que sufrió una importante crisis debido a la aparición de los nitratos sintéticos y al cierre de los principales mercados europeos que consumían el producto chileno.

También se publicaron noticias sobre el ámbito sudamericano, sobre todo aquellas relacionadas con los conflictos limítrofes entre los diferentes países, incluyendo a Chile y sus disputas fronterizas con Perú, Bolivia y Argentina.

Aunque al interior del diario estas noticias tenían su propio espacio, por lo general los acontecimientos más relevantes ocupaban también su portada, acompañados de fotografías, imágenes y mapas.