gran potencial expresivo
Las imágenes de la Lira Popular dieron vida a un estilo que -tanto debido al medio de impresión como al carácter popular y la formación autodidacta de los artesanos-, se alejaba completamente del estilo de representación imperante en la época.
Los textos iban generalmente acompañados de ilustraciones diversas: desde clichés y estampas de devocionarios, hasta efigies de personeros públicos e ilustraciones de buques de guerra. Lo más significativo en términos de potencial expresivo se encuentra en los grabados que dan cuenta de los fenomenales sucesos allí relatados, trabajos completamente anónimos, cuya estética está dada por la tosquedad de las figuras y el alto contraste entre el negro de la tinta y el blanco del papel.
Pese a que las imágenes que aparecían en la Lira Popular no eran, en principio, más que complementos gráficos para los textos -nunca fueron concebidos como obras autónomas-, durante los años 60' y 70', artistas como Julio Escámez, Nemesio Antúnez y Pedro Millar, entre otros, preocupados por las posiblidades del grabado como medio de producción artística, reconocieron en ellos un referente fundamental para la historia del grabado chileno. Esta valoración académica de la Lira Popular fue simultánea y coherente con una serie de iniciativas tendientes a legitimar el grabado como un medio independiente de creación, ya no más al servicio de la pintura.