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El lugar sin límites

"La Manuela despegó con dificultad sus ojos lagañosos, se estiró apenas y volcándose hacia el lado opuesto de donde dormía la Japonesita, alargó la mano para tomar el reloj. Cinco para las diez. Misa de once. Las lagañas latigueas volvieron a sellar sus párpados en cuanto puso el reloj sobre el cajón junto a la cama". Así comienza una de las novelas más celebradas y estudiadas de José Donoso.

Este libro lo escribió en plena creación de su novela El obsceno pájaro de la noche. Debía cumplir con una deuda pendiente con la editorial chilena Zig-Zag y le era imposible finalizar la obra que estaba redactando: "creo que una de las razones por las que mi novela grande estaba bloqueada y permaneció así durante tantos años, fue porque la empresa Editora Zig-Zag, propietaria de la revista Ercilla, de la cual durante tantos años fui redactor, me había prestado la suma exorbitante de mil dólares en el año 1960, contra una posible novela aún no comenzada, que yo debía escribir para ellos algún día" (Historia personal del "Boom". Tokyo: Tokai University Press, 1983. p. 115). Buscando finalizar su obra, viajó por tres meses a la casa de Carlos Fuentes en México y en ese ambiente de tranquilidad surgió El lugar sin límites, obra que desprendió de un capítulo de El obsceno pájaro de la noche.

Concluida la novela, su amigo Carlos Fuentes le aconsejó que no la publicara en Zig Zag: "Carlos Fuentes opinó que era demasiado bueno para usarlo con el fin de saldar una absurda deuda de mil dólares en Chile, ya que jamás saldría de allí, puesto que el monopolio editorial lo impediría" (Historia personal del "Boom". Tokyo: Tokai University Press, 1983. p. 120). De esta manera, entregó su novela a la editorial mexicana Joaquín Mortiz y para saldar la deuda escribió Este domingo.

El lugar sin límites ha sido traducida a muchos idiomas, entre ellos el japonés. Además, cuenta con un sinnúmero de estudios a lo largo de todo el mundo.