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Abdón Cifuentes (1836-1928)

Aunque licenciado en Leyes, Abdón Cifuentes comenzó a vincularse con la educación al desempeñarse como profesor de historia en el Instituto Nacional y más tarde como Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, desde donde promovió una serie de adelantos y reformas. Entre éstas destacaron la creación de escuelas elementales, bibliotecas públicas en provincias, y escuelas-talleres para obreros.

Como miembro del Partido Conservador y adherente a los preceptos de la Iglesia, promovió la libertad de enseñanza, situándose en el centro del conflicto en torno a lo que él llamaría el "monopolio del Estado docente" al dictar el decreto de 1872, donde se dispuso que "los exámenes de los colejios nacionales i particulares se rindan en los respectivos establecimientos" (Ballesteros, Manuel. Compilación de leyes i decretos vijentes en materia de instrucción pública, p. 109), quitándole así la exclusividad de esta labor al Instituto Nacional. Dicho decreto consignó además que cada colegio tuviese plena libertad de entregar la enseñanza que estimase conveniente, con los métodos y planes que deseara, teniendo como única restricción el cumplimiento de un mínimo de conocimientos requeridos para el ingreso a la Universidad. El conflicto suscitado por este decreto trascendió el área educativa, implicando no sólo la salida de Diego Barros Arana del rectorado del Instituto Nacional y del propio Cifuentes de la cartera ministerial, sino también del Partido Conservador del Gabinete, en medio de tensas discusiones en el Congreso.

Posteriormente se abocaría, junto a otras personalidades del mundo eclesiástico, a la fundación de la Universidad Católica, institución de la que formó parte activa en calidad de docente. Desde allí continuó abogando por la libertad de enseñanza, por el complemento y conciliación entre la Religión y la Ciencia, y promoviendo la creación de carreras técnicas para alumnos de bajos recursos.