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Erosión de suelos

Se entiende por erosión de suelos la pérdida o destrucción de las capas del terreno por la acción única o combinada de los vientos, de las aguas en movimiento o por la acción directa de las lluvias.

En la naturaleza se pueden observar dos clases de erosión:

1. La erosión natural o geológica: Representa el fenómeno en su estado natural, sin la intervención del hombre. Se debe a la acción del agua y del viento, factores que en movimiento sobre la superficie del terreno arrastran en suspensión las partículas terrosas.

2. La erosión acelerada o antrópica: Es el proceso acelerado de remoción de suelo por la destrucción de la vegetación natural que lo protege de la acción de las aguas lluvia. El lavado de los suelos es la forma de erosión menos visible pero una de las más perjudiciales pues va acompañada del descenso de la fertilidad.

En Chile el desencadenamiento de los procesos erosivos se vio favorecido por los sistemas de explotación agrícola que destruyeron la vegetación protectora al despejar los terrenos inclinados del bosque que los cubría, por la subdivisión de la propiedad que obligó a trabajar las tierras en forma continuada, por el sistema de laboreo que seguía una dirección perpendicular a las curvas de nivel y por el talaje excesivo y por la falta de rotación en los cultivos.

Las consecuencias de la erosión son: la pérdida de fertilidad de los suelos, la sedimentación de ríos y tranques, la formación de dunas litorales, los deslizamientos de tierras y la pérdida de fuentes de trabajo para los campesinos.