En 1991, durante el gobierno de Patricio Aylwin, estalló el escándalo de los "Pinocheques", como se conoció el caso de los cheques que habían sido pagados por el Ejército para comprar acciones de una empresa de papel creada por el hijo mayor del Comandante en Jefe. Cuando el gobierno exigió la renuncia de Pinochet, éste respondió con el acuartelamiento del Ejército, pretextando ejercicios de seguridad, alistamiento y enlace. En 1993, la investigación judicial se reactivó, citándose a declarar a ocho oficiales. Ante esto, Pinochet respondió con un movimiento de tropas (comandos de paracaidistas vestidos de combate, con rostros tiznados) que rodearon el edificio de Defensa el 28 de mayo de 1993, en lo que se llamó "El Boinazo".