Manuel Segundo Manquilef González fue un intelectual y político mapuche de orientación liberal que desarrolló su producción escrita en el contexto histórico de las reducciones de las tierras de las comunidades mapuche por parte del Estado chileno.

Sus trabajos sobre la cultura y lengua mapuche fueron publicados en un momento en que existía interés por conocer y sistematizar el mapudungun o mapuzugun desde disciplinas como la antropología, la etnología y la historia. Estos primeros estudios araucanistas -inscritos en la corriente del positivismo histórico- tuvieron, en general, una "perspectiva evolucionista de las culturas, con una distribución jerárquica de estas en la escala de civilización/barbarie" (Payàs, Gertrudis; José Ortiz, Miguel y Sambolín, Aurora. "Representación de la lengua mapuche en los usos de la traducción de Manuel Manquilef. (Maquehue, Chile, 1887-1950)". Meta. Volumen 66, Número 2, agosto 2021, p. 244).

Manuel Manquilef nació el 31 de mayo de 1881, hijo del cacique Fermín Trekamañ Manquilef y de la cautiva chilena Trinidad González de Villagra. Vivió sus primeros años bajo el cuidado de su abuela paterna, en Pelal, territorio cercano a la comunidad de Quepe (Manquilef, Manuel. "Manuel Manquilef (Su ascendencia y su educación)". Comentarios del pueblo araucano: (la faz social). Santiago: Imprenta Cervantes, 1911, p. 6).

En 1892, ingresó a estudiar en la Escuela Elemental de Temuco, a cargo de Manuel Antonio Neculman (1854-1946), primer profesor normalista mapuche. En 1900, Manquilef continuó sus estudios secundarios en el Liceo de Temuco y, al año siguiente, rindió los exámenes para ingresar a la Escuela Normal de Chillán, de la que se tituló como profesor normalista en 1906. En 1908 obtuvo el título de profesor de Caligrafía y Gimnasia y fue uno de los primeros niños y jóvenes mapuche que cursaron todos los niveles del sistema educacional chileno.

En 1907, Manquilef comenzó a trabajar como bibliotecario y escribiente en el Liceo de Temuco, dirigido por el etnógrafo e historiador Tomás Guevara Silva (1865-1935). Debido a la cercanía que logró con Guevara, se integró a su equipo de trabajo como informante, redactor, traductor e intérprete en los libros Psicología del pueblo araucano (1908), Folklore araucano (1911), Las últimas familias y costumbres araucanas (1913) e Historia de Chile: Chile prehispano (1925-1927). Estos libros, basados en relatos orales recogidos en las comunidades, fueron traducidos por Manquilef y, en menor medida, por Guevara.

Con motivo de las fiestas del centenario, Manquilef participó del concurso literario-científico organizado por la Sociedad del Folklore Chileno en el que presentó un trabajo sobre costumbres del pueblo Mapuche. Este texto fue editado posteriormente como uno de los volúmenes de la Revista de Folklore Chileno con el título Comentarios del pueblo araucano (la faz social) (1911). Tres años después, publicó la continuación de este trabajo, Comentarios del pueblo araucano II. La Gimnasia Nacional (juegos, ejercicios y bailes) (1914), orientado a la actividad física de los mapuche. En ambos volúmenes, que fueron editados por Rodolfo Lenz (1863-1938), Manquilef publicó los textos en mapudungun y sus traducciones castellanas en dos columnas, empleando, además, en La faz social, la traducción interlineal.

Durante ese periodo, tradujo algunos poemas de Samuel Lillo (1870-1958) al mapudungun. En el año 1911, publicó "El último cacique" en los Anales de la Universidad de Chile, con el texto en castellano y su traducción al mapudungun, y, en 1915, dio a conocer en esta misma revista un conjunto de traducciones de los libros Canciones de Arauco (1908) y Chile Heroico (1911), pero esta vez solo en mapudungun y bajo el título general de Canciones de Arauco. Este conjunto de poemas fue editado en solitario en 1916.

En 1910, junto a un grupo de líderes y políticos mapuche, fundó la Sociedad Caupolicán Defensora de la Araucanía, una de las principales organizaciones mapuche de la primera mitad del siglo XX, de la que, en el año 1916, fue electo presidente.

Como representante de la Sociedad Caupolicán, fue invitado a participar en el Congreso Católico Araucanista, reunión político-religiosa organizada por la Iglesia Católica. En este congreso, que se desarrolló durante el mes de diciembre de 1916 en la ciudad de Santiago, Manquilef fue el único intelectual mapuche que intervino. En su discurso, se refirió a la importancia de la división de las tierras en las comunidades mapuche, entre otros tópicos. Respecto de este tema, previamente, en el año 1915, había publicado el ensayo ¡Las Tierras de Arauco! El último cacique, en el que denunciaba las políticas del Estado chileno en torno al proceso de reducción de tierras, además de referirse a las expropiaciones y despojos ilegales.

En 1926 fue electo diputado por la circunscripción departamental de Llaima, Imperial y Temuco. Desde su escaño en el Congreso, fue el principal promotor de la Ley de División de Comunidades Indígenas que apuntaba a la disolución de las comunidades reduccionales y la implementación de la propiedad individual entre las familias mapuche. La discusión de esta ley y la posición liberal e institucional de Manquilef produjo un quiebre con las organizaciones del movimiento mapuche y con la Sociedad Caupolicán, de la que fue expulsado.

En 1930, Manquilef comenzó su segundo periodo como diputado, designado para la misma circunscripción por Carlos Ibáñez del Campo (1877-1960), labor que no concluyó debido a la caída del gobierno -dictatorial en sus prácticas- en 1931. Posteriormente, mantuvo su distanciamiento con la Sociedad Caupolicán, aunque participó en diversas reuniones políticas que tuvieron como finalidad unificar las organizaciones mapuche en una sola gran federación. En estas reuniones, defendió la idea de la integración del pueblo Mapuche como parte de la nación chilena, manteniendo su cultura y costumbres, visión contraria a la de otros líderes, como Manuel Aburto Panguilef, quienes defendían la idea autonomista.

Posteriormente, entre 1936 y 1937, continuó su carrera política como Gobernador de Lautaro, alejado de las discusiones coyunturales de la cuestión indígena. Retomó su labor docente entre 1939 y 1940 en el Liceo de Hombres de La Unión, para luego retirarse por problemas de salud. El 12 de junio de 1950, Manuel Manquilef falleció a la edad de 63 años.