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El ferrocarril de Puente Alto a El Volcán

A fines del siglo XIX, el Estado encargó a numerosos ingenieros iniciar estudios para construir una línea férrea que uniera los poblados de Puente Alto y El Volcán (San José de Maipo). Entre ellos se encontraba Alberto Lira Orrego, quien en 1895 fue comisionado por la Dirección de Obras Públicas para realizar un estudio topográfico que evaluara la posibilidad de llevar a cabo el proyecto. A raíz de este estudio, Lira Orrego publicó en 1896 la Memoria justificada del estudio preliminar de una vía férrea de trocha de un metro entre Puente Alto y San José de Maipo, donde señaló cuáles eran las obras necesarias para hacer el trazado, detalló el presupuesto necesario para ejecutarlo y proyectó tres estaciones: de San Juan del Peral, de las Mercedes y de San José de Maipo.

A este informe se sumaron los estudios realizados, en 1899, por el Director de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, Román García, y llevados a cabo por los ingenieros Domingo Víctor Santa María (1854-1919), Omer Huet y Emilio Mujica. Sus trabajos resultaron en informes, los que fueron posteriormente ocupados por agricultores y mineros del Cajón del Maipo que también consideraron esta obra como útil e importante. En un documento dirigido al Ministro de Obras Públicas, estos agricultores y mineros manifestaron su inquietud porque esta obra se iniciara y detallaron las razones que para ellos justificaban la construcción del ferrocarril. Entre ellas, la provisión de agua potable para Santiago, el transporte de yeso y minerales hacia la capital, el transporte de turistas a San José de Maipo (pues el viaje era caro e incómodo) y el desarrollo de la agricultura, ya que el ferrocarril facilitaría el transporte de los productos agrícolas (cf. Proyecto de ferrocarril entre Puente Alto y el Volcán. Santiago, 1904).

Con todos estos antecedentes, en 1906 el gobierno inició la construcción del ferrocarril entre Puente Alto y El Volcán, el que fue inaugurado en 1914. Un año antes, el gobierno le había entregado su administración al Batallón de Ferrocarrileros, el que se encargó de su explotación y mantenimiento. El recorrido del ferrocarril se iniciaba en Puente Alto y finalizaba en El Volcán, pasando por las estaciones La Obra, El Canelo, El Manzano, San José, El Melocotón, San Alfonso, El Ingenio y San Gabriel. Su función principal fue el transporte de minerales, yeso y abastecimientos entre ambos destinos. Sin embargo, de acuerdo a las Tarifas y reglamentos publicados por el Ferrocarril Militar de Puente Alto al Volcán en 1938, el ferrocarril también tuvo servicios especiales, tales como el transporte de enfermos y cadáveres, y un servicio de telégrafos.

Además, el ferrocarril transportó pasajeros en primera y segunda clase. Los primeros estuvieron afectos al impuesto del 2% para el fomento del turismo, un servicio que fue incentivado por la administración del ferrocarril. En una publicidad de 1948, el tren se promocionaba como transporte para "un veraneo delicioso e inolvidable. Visite los maravillosos paisajes de la cordillera, que reúnen las cualidades de belleza, magnificencia y clima sin igual. Viaje por el Cajón del Río Maipo, exponente andino de belleza, utilizando los cómodos automotores del F.C.M. de Puente Alto al Volcán" (Municipalidad de Puente Alto. Puente Alto: 1898-8 de enero-1948. Santiago: Imperio, p. 30).