Chicago boys
Se les denomina de esta manera a aquellos economistas chilenos que, una vez cursados sus estudios de pregrado en la Pontificia Universidad Católica de Chile o en la Universidad de Chile, continuaron perfeccionando sus conocimientos en la Universidad de Chicago. El origen de esta relación se debió a un convenio firmado en marzo de 1956 entre el decano de la Facultad de Comercio y Ciencias Económicas de la UC, el profesor de Derecho Comercial Julio Chaná Cariola y Albion Paterson, Director del Instituto de Asuntos Interamericanos de la universidad norteamericana. En él se estableció el denominado Punto Cuarto (Administración de Cooperación Intelectual) para instituir un sólido programa de estudios y de investigación económica por tres años, prorrogable hasta 1961. Dicho convenio contempló la presencia de profesores norteamericanos en Chile, la creación de un Centro de Investigaciones Económicas, la selección de becarios chilenos para perfeccionar sus estudios en Chicago y la realización de investigaciones acerca de la realidad económica chilena.
Los primeros profesores norteamericanos en trabajar en el Centro de Investigaciones Económicas fueron: Arnold C. Haeberger, Simon Rottenberg, Martin Bailey y Tom E. Davis, todos miembros del cuerpo estable de docentes del Departamento de Economía de la Universidad de Chicago. De los economistas egresados de la Universidad Católica que allí prosiguieron sus estudios cabe mencionar a Sergio de Castro, Florencio Fellay y Víctor Oxenius, mientras que entre los titulados de la Universidad de Chile figuran Carlos Clavel, Luis Arturo Fuenzalida y Carlos Massad.