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Relación contradictoria con su patria

Benjamín Subercaseaux amaba profundamente a Chile, por esto lo recorrió de punta a cabo. Incluso, fruto de su interés por la antropología, convivió varias veces con tribus mapuches. Dicha pasión por Chile lo condujo a intentar mejorar el país por medio de sus obras. Por lo mismo, su visión fue extremadamente crítica, preocupada y muy desafiante. Los innumerables viajes se convirtieron en un punto de comparación para Subercaseaux, lo que desembocó en un amor contradictorio por la patria. En numerosas entrevistas declaró: "Quien haya vivido fuera, odia América Latina. Chile es lo más antipático..." o, también "no, no se debería viajar nunca: es inmoral. Se debería prohibir a la gente que crucen fronteras: es desmoralizador para quienes pertenecen a pueblos de moral claudicante y contranatura, como los de la civilización occidental...".

Subercaseaux era un escritor del mundo, pero se comprometió con Chile y toda su obra estuvo inspirada en este país. Por eso es que declaró en una ocasión: "Agradezco haberme hecho chileno".