Monografía que consta de tres partes. La primera examina los caracteres comunes de las obras historiográficas antiguas, criticando su credulidad y sus falaces fuentes de información. La segunda estudia las modificaciones experimentadas por la historiografía de su tiempo a la luz del desarrollo de las ciencias naturales y las teorías organicistas. La tercera parte trata de los nuevos métodos de investigación histórica que Letelier llama científicos o positivos y por medio de los cuales sí era posible reconstruir el pasado y sus conexiones causales. Para Letelier la historia se rehace constantemente porque aun no ha sido convertida en ciencia.