Oriundo de Antofagasta, Luis Navarro estudió Bellas Artes en la Universidad del Norte y siguió cursos de especialización en fotografía. En 1976 se trasladó a Santiago, donde comenzó a trabajar en la revista Solidaridad, perteneciente al Arzobispado de Santiago. Allí se inició a cargo de la reproducción de los retratos de detenidos y ejecutados políticos que los familiares llevaban para su identificación. Pronto empezó a salir con su cámara a la calle y se convirtió en reportero gráfico, tanto para ese medio como para agencias extranjeras.

Fue presidente de la Asociación de Fotógrafos Independientes y trabajó para diversos medios de prensa como Pluma y Pincel, La Época y Fortín Mapocho. Entre 1994 y 2004 fue curador fotográfico en la Corporación Cultural Estación Mapocho y entre 2000 y 2004, fotógrafo de la Cámara de Diputados.

Sus imágenes más célebres son aquellas que denunciaron, en pleno régimen militar, las violaciones a los derechos humanos que ocurrían en Chile. En 1978 registró el primer hallazgo de osamentas correspondientes a detenidos desaparecidos en la localidad de Lonquén. Este trabajo lo puso en la mira de los organismos de inteligencia de la época, que finalmente ordenaron su detención, hecho que motivó la formación de la AFI.

Ha desarrollado además una vasta producción fotográfica retratando la vida urbana de Santiago, el mundo de los gitanos y la actividad teatral nacional.