Muy temprano para Santiago
La segunda novela de Juan Agustín Palazuelos, que esta vez unió sus dos nombres con un guión, decepcionó a los mismos críticos que habían recibido con entusiasmo su primer trabajo. Hernán del Solar, que tantos elogios dedicó a Según el orden del tiempo, escribió que Muy temprano para Santiago era una novela "floja" y "sin estructura". "Da la impresión de haber sido improvisada. No hay sobre ella un autor consciente de su oficio. Después del merecido éxito del primer libro, en esta segunda novela advertimos el daño que aquel censó a su autor. Es lamentable. Quiso dormirse sobre los laureles que empezaban a asomar. Ha sido muy temprano para Palazuelos", sentenció Del Solar en El Mercurio del 27 de noviembre de 1966.
Tal como en Según el orden del tiempo, la acción de Muy temprano para Santiago transcurría en la ciudad de Santiago y sus personajes también eran jóvenes cultos de clase alta que vivían en medio de cierto ambiente de desencanto y decadencia. La novela tenía el mismo aire intelectualizante de su predecesora y ostentaba muchas referencias cultas: estructurada en dos partes, De Civitate Mundi y De Civitate Dei, estaba, además, escrita en clave. Entre líneas alcanzan a reconocerse las identidades de intelectuales como Luis Oyarzún, Alejandro Sieveking y Thiago de Mello.