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El cepillo de dientes

Con el cepillo de dientes yo descubrí el juego en el lenguaje y aún hoy,
40 años después, sigo deslumbrado por el descubrimiento

Jorge Díaz

El cepillo de dientes -posteriormente llamada Náufragos en el parque de atracciones- fue estrenada por primera vez en 1961 por el grupo Ictus. Esta obra de Jorge Díaz marcó un hito en la escena teatral chilena. La crítica ha señalado, mayoritariamente, que la producción de Díaz corresponde a lo que se denomina teatro del absurdo, corriente teatral desarrollada por dramaturgos como Eugene Ionesco y Samuel Beckett, que hasta el estreno de esta obra no tenía presencia determinante en el teatro nacional. José Monleon señaló: "La forma teatral elegida parte de una constante liberación del subconciente. Díaz está muy lejos de ese puntillismo ilustrativo, que exige a cada frase una significación precisa y un juego concreto en la totalidad del drama. El autor chileno lo que hace es situar a los personajes en su vacío y provocarlos, dejando que el juego siga hasta el final". (Monleon, José. "El cepillo de dientes", Triunfo.)

Los personajes de esta obra representan un clásico matrimonio burgués con la obsesión de llenar el tiempo y gozar de un sentimiento de plenitud existencial que no proviene de la realidad social o histórica. A partir de este nudo, Jorge Díaz ofrece una sarcástica y dura visión de la sociedad de la época, poniendo el acento en la superficialidad en que se vivía, en el imperio de la mentira y la manipulación, pero por sobretodo en la normalidad que representaban estas situaciones.

Jorge Díaz señaló: "Más que 'teatro del absurdo', sería más justo llamar a la escritura de El cepillo de dientes y El velero en la botella, 'teatro del ridículo, de la indignidad y del desenmascaramiento'. ¿Y por qué no llamarlo simplemente 'Teatro'?". (El cepillo de dientes, o, Náufragos en el parque de atraccciones; El velero en la botella. 1ª edición. Santiago de Chile: Zig-Zag, 2001. p. 10.