Nicolas Sanson D'Abbeville
Nicolas Sanson D'Abbeville (1600-1667) fue el geógrafo francés más importante del siglo XVII. Fundador de una dinastía de cartógrafos que produjo mapas y atlas por más de un siglo, inició su carrera publicando cartas históricas en asociación con Gabriel Tavernier. Entre 1644 y 1645 publicó las Tablas geográficas, en las que jerarquizó y clasificó los principales nombres geográficos. En 1643 terminó un mapa de Francia de 30 hojas que le encargó el cardenal Richelieu; ésta continuó desde 1648 con el auspicio oficial de la monarquía francesa y en asociación con el editor Pierre Mariette.
El primer atlas de Sanson data de 1645, aunque algunos de sus mapas se remontan a fechas más tempranas y durante más de medio siglo, los atlas de Sanson dominaron la cartografía francesa. El hijo de Sanson, Guillaume, continuó la tarea de su padre llegando a ser nombrado geógrafo del rey en 1668.
En 1657, Nicolas Sanson publicó una colección de cartas geográficas de América, basada en material recopilado de distintas fuentes, particularmente algunos cronistas españoles. En esa compilación se incluyó un interesante mapa del territorio chileno, basado probablemente en el que publicó Alonso de Ovalle en 1646. En la Sala Medina de la Biblioteca Nacional se encuentra una copia de esa colección, en la que desgraciadamente falta el mapa correspondiente a Chile. Sin embargo, en la Mapoteca de la Sala Medina se encuentran otras dos versiones de ese mapa, una de 1669 y otra de 1670. En la segunda de ellas se incluyen referencias a la Ciudad de los Césares, supuestamente ubicada en la cordillera austral, a la altura de Chiloé.
De especial interés es también el mapa de Guyana, al suroriente de Venezuela, en donde aparece ubicado el lago Parime y la ciudad fabulosa de Manoa, más conocida como El Dorado, de cuya existencia casi ningún cartógrafo del siglo XVII dudó. Por otro lado, el mapa del Paraguay está un poco atrasado en su información, puesto que en él aparece Ciudad Real, destruida por los bandeirantes paulistas en 1632, y el fuerte de Sancti Spiritu, fundado por Sebastián Caboto en 1526 y abandonado poco tiempo después. La Tierra del Fuego aparece correctamente separada de la Terra Incognita inventada por Ptolomeo, situación que muchos cartógrafos de la época desconocieron a pesar del descubrimiento del Cabo de Hornos por Cornelio Shouten y Jacob Le Maire en 1616.