Campo de concentración y tortura
El 11 de septiembre de 1973, un golpe de Estado encabezado por las Fuerzas Armadas y Carabineros, puso fin al gobierno socialista de Salvador Allende. Desde ese día comenzó una brutal represión contra los adherentes al gobierno de la Unidad Popular, con detenciones masivas, torturas y homicidios. Miles de hombres fueron recluidos en el Estadio Nacional, mientras sus mujeres y familiares se reunían en las afueras para saber en qué estado se encontraban. En su interior, los detenidos eran sometidos a torturas eléctricas y golpes, a vejaciones sicológicas, mala alimentación y a hacinamiento, situaciones que llevaron a la muerte a varias decenas de ellos. Los lugares de detención eran camarines, salones y baños. Los tiempos de reclusión en el recinto eran variables: algunos eran liberados después de algunas semanas, otros eran trasladados hacia campos de concentración fuera de Ñuñoa. En 1974, el Estadio Nacional dejó de ser un centro de detención y tortura. Después de aquellos sucesos, numerosos sobrevivientes publicaron su testimonio como una manera de conservar y transmitir la memoria de aquel terrible episodio en la historia de Chile.
Contenidos del minisitio
Las investigaciones de Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile (Servicio Nacional del Patrimonio) están bajo una Licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported, a excepción de sus objetos digitales.
