La revista CAL, junto con servir como una cartelera para la promoción de actividades culturales, le dio un valioso espacio de difusión al teatro nacional, mediante entrevistas a grupos teatrales, como el ICTUS y críticas a montajes independientes. Esta cobertura fue vital, considerando que el teatro nacional fue una de las actividades culturales más afectadas por el régimen de censura impuesto por la dictadura militar.