Zorobabel Rodríguez fue un intelectual versátil tanto en términos de las disciplinas y ámbitos en los que participó, como en términos de su producción escrita. Autor de una novela, un tratado de filología, libros de economía y ensayos históricos, se involucró en la prensa llegando a ser calificado por Domingo Arteaga Alemparte (1835-1880) como "un verdadero diarista" ("Zorobabel Rodríguez". Los constituyentes de 1870. Santiago: Impr. de La Libertad, 1870, p. 177-179). En esta tribuna, Rodríguez dio cuenta de su pensamiento conservador en política y religión y de sus ideas liberales en lo económico, miradas que intentó conciliar en sus escritos (Correa, Sofía. "Zorobabel Rodríguez. Católico liberal". Estudios Públicos. Número 66, 1997, p. 387).

Nacido en Quillota el 4 de octubre de 1839, hijo de José Martínez Rodríguez Osorio y Francisca Benavides Carrera, Rodríguez realizó sus estudios primarios en los Sagrados Corazones de Valparaíso, los que continuó en el colegio San Luis de Santiago, en donde se inició como profesor dando clases de gramática. Posteriormente, cursó Leyes en la sección universitaria del Instituto Nacional, lugar en el que recibió su licenciatura con la memoria "Estado comparativo de la mujer bajo el influjo de la legislación pagana y de la cristiana", que se publicó en los Anales de la Universidad de Chile en 1865. Sin embargo, obtuvo su título de abogado veinte años después, tras dedicarse a su trabajo en prensa, a su labor docente, a la traducción de obras europeas y a realizar investigaciones en el ámbito de las letras y la economía (Figueroa, Pedro Pablo. "Zorobabel Rodríguez". Diccionario biográfico general de Chile: (1550-1887)). Santiago: Imprenta Victoria de H. Izquierdo, 1888. Tomo III, p. 115-117).

En 1863, incursionó por primera vez en la prensa, en El Bien Público (1863-1864), periódico antecesor de El Independiente (1864-1890), órgano del Partido Conservador, en el que Rodríguez trabajó como redactor por veinte años, hasta 1884. Algunos de sus artículos y composiciones poéticas publicados durante esos primeros años de su carrera periodística fueron reunidos en el libro Miscelánea literaria, política y religiosa en el año 1873.

En el primer número de El Bien Público apareció como folletín su única novela, La cueva del loco Eustaquio, que fue publicada en formato de libro durante el mismo año de 1863. La anécdota de este texto está ambientada en Quillota, a partir de la historia de un sujeto que habría vivido en el cerro Mayaca, conocido como "El loco de la cueva". La obra fue traducida al italiano, ha sido vinculada a la estética romántica y también se la ha identificado con el costumbrismo.

Desde su posición de intelectual conservador, en el ámbito religioso y político, participó de polémicas con pensadores liberales. Una de estas giró en torno a la Inquisición en América y tuvo como protagonistas al presbítero José Ramón Saavedra (1821-1907) y a Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886). Rodríguez tomó posición a favor del presbítero, cuyo discurso valoró por rectificar la visión sobre las prácticas del Santo Oficio, institución que, en su consideración, había sido desfigurada por historiadores liberales como el mismo Vicuña Mackenna, autor de Francisco Moyen o lo que fue la Inquisición en América (1868).

Participó además de la controversia surgida en 1872 debido a la iniciativa -impulsada por sectores liberales y artesanos de Santiago- de repatriar los restos de Francisco Bilbao (1823-1865) desde Argentina y de erigir un monumento en su memoria. En Francisco Bilbao: su vida y sus doctrinas, Rodríguez revisó y discutió el pensamiento del autor de La sociabilidad chilena, sosteniendo que la imagen de Bilbao como intelectual estaba sobrevalorada.

En el ámbito de la lexicografía, Rodríguez publicó Diccionario de chilenismos, primer diccionario de este tipo elaborado en el país, de carácter normativo y pedagógico, en un contexto en el que la estandarización del idioma castellano y sus variantes americanas era entendida como una necesidad disciplinar y política (Rojas, Darío, "El diccionario de chilenismos (1875) de Zorobabel Rodríguez: ideologías lingüísticas e intertextualidad". Revista de Humanidades. Número 32, julio-diciembre de 2015, p. 93). En su diccionario, Rodríguez llevó a cabo un catálogo de vocablos y frases utilizados particularmente en Chile y en otros países de América. Por este trabajo fue nombrado en 1883 miembro correspondiente de la Real Academia Española en Chile. Si bien Zorobabel Rodríguez preparó la publicación de un segundo volumen del diccionario, esta tarea se vio interrumpida por su fallecimiento en 1901.

En este diccionario, utilizó como ejemplos algunos de los chilenismos empleados en composiciones poéticas de Bernardino Guajardo (1801 ó 1810-1865). A este poeta y a Juan Morales (1849-1879), dedicó previamente el artículo "Dos poetas de poncho" (1863), texto reconocido como uno de los trabajos tempranos sobre la lira popular, en el que dejó registro de algunas de sus obras y las analizó comparativamente.

En el ámbito de la economía, Zorobabel Rodríguez fue uno de los primeros intelectuales del liberalismo económico en Chile; a raíz de lo cual se desempeñó como profesor de Economía Política en la Universidad de Chile. En otros terrenos, fue superintendente de aduanas de Valparaíso y diputado por Chillán, Rancagua y Santiago. En estos roles, manifestó su pensamiento a favor de las políticas económicas liberales y, de manera paralela, publicó estudios sobre economía que plasmó en libros y medios periódicos como La Unión (1885-1973) y Revista Económica (1886-1992).