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Democracia Cristiana Universitaria

La Democracia Cristiana Universitaria (DCU), fundada en 1957, fue la rama estudiantil de dicho partido que estuvo presente en varias universidades del país. Los principios programáticos de la DCU, basados en la necesidad de promover la democratización integral de la educación superior,llevaron a que la agrupación tuviera una gran adhesión al interior de la Universidad de Chile y una influencia considerable como fuerza política en el movimiento estudiantil. Ello quedó demostrado cuando el mismo año de su fundación Patricio Rojas, su representante y candidato a la presidencia, obtuvo la victoria en las elecciones de la FECH, siendo el primero de quince presidentes consecutivos de dicho conglomerado.

A lo largo de este periodo, las dirigencias democratacristianas de la FECH afirmaron que el movimiento estudiantil debía ser la principal fuerza portadora de los planteamientos reformistas de la época. Siguiendo el diagnóstico hecho por el partido, la DCU enfatizó en el concepto de "crisis integral" del país, caracterizado por profundas desigualdades sociales y la postergación histórica de los sectores más vulnerables. Como una forma de contribuir al cambio social, la organización estudiantil propuso transformar las "estructuras caducas e injustas" de la Universidad de Chile, es decir, su orientación academicista y su composición social elitista. Para ello propuso el aumento de la matrícula universitaria, una medida democratizadora que permitiría la incorporación de los sectores medios y la clase obrera. Otra de las propuestas de la DCU fue la descentralización administrativa y geográfica de la Universidad de Chile, basándose en principios de eficiencia estructural y administrativa.

El conjunto de estas propuestas fueron los principios de las movilizaciones estudiantiles a favor de la reforma universitaria, cuya fuerza se intensificó durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva. Si bien dichas propuestas fueron integradas al proceso de Reforma Universitaria de 1968, otros puntos conllevaron a un enfrentamiento político entre la DCU, que lideraba hasta entonces la directiva de la FECH, y los movimientos de izquierda estudiantil, que exigían la participación deliberativa de los tres estamentos universitarios (académicos, funcionarios y estudiantes) en el cogobierno universitario.