Agustinos
La Orden de San Agustín es una orden mendicante que fue fundada en Roma en el siglo XIII. Su presencia en Chile data de fines del siglo XVI, siendo una de las últimas en arribar al reino después de los mercedarios, dominicos y franciscanos. Los agustinos desembarcaron en el puerto de Valparaíso en febrero de 1595. Llegados a Santiago, permanecieron en el convento de los mercedarios hasta encontrar un lugar donde fundar su primera casa religiosa, lo que se concretó en marzo del mismo año cuando comenzaron la construcción de su convento y a ofrecer la misa en un terreno ubicado en las cercanías de la Plaza de Armas de la ciudad, entre las actuales calles Agustinas, Estado, Moneda y San Antonio. Precisamente, en la intersección de esas dos últimas calles aún se encuentra la iglesia que ellos fundaron, en la que se conserva la escultura del Crucifijo Señor de la Agonía, conocida como el Cristo de Mayo (talla en madera policromada que incluye cabello natural), pieza que habría pertenecido -según la leyenda- a la mítica Catalina de los Ríos y Lisperguer, más conocida como la Quintrala, famosa en su época por el trato despiadado que habría dado a sus esclavos y una serie de crimenes que se le atribuyeron, perfilandola como un personaje emblemático de la novela histórica en Chile.
Al igual que el resto de las órdenes religiosas, una de las principales características de los agustinos fue su interés en la fundación de colegios y la evangelización de los indígenas, especialmente en la zona central del territorio.