Director de cine, televisión y publicidad, Andrés Wood derivó a la realización audiovisual luego de formarse profesionalmente como ingeniero comercial e, incluso, ejercer durante un tiempo como economista. Sus películas han tenido como motivo recurrente la historia reciente de Chile y los rasgos de identidad típicos de nuestra cultura popular. Entre sus títulos más conocidos se encuentran Historias de fútbol, La fiebre del loco y Machuca.

Wood se formó como cineasta en Estados Unidos, adonde viajó a estudiar dirección de fotografía en la New York University. Allí realizó su primer cortometraje, Idilio (1992) y despejó su inquietud vocacional: "Al producir un cortometraje, descubrí lo que es hacer una película y ahí tuve el enamoramiento absoluto con el cine. Fue algo mágico, alucinante e increíble. Descubrí esa capacidad de hacer una historia real en base a ficción y que alguien se emocione con ello. Con eso tuve muy claro que yo quería hacer cine" ("Andrés Wood: El cine es un privilegio y no un derecho", Revista de Administración y Economía, (51), 2003).

De regreso en Chile, se abocó a la publicidad, mientras concluía un segundo corto, Reunión de familia (1994). Su primer largometraje fue Historias de fútbol (1997), cinta que reúne tres historias paralelas vinculadas al fanatismo por este deporte, cada una ambientada en tres ciudades de Chile alejadas entre sí. En 1998 filmó El desquite, adaptación televisiva para una obra de Roberto Parra, que fue exhibida en tres capítulos, con música especialmente compuesta por Álvaro Henríquez (Los Tres). La fiebre del loco (2001), su siguiente producción, llevó a su equipo hasta el sureño pueblo de Puerto Gala, en la Región de la Araucanía, para relatar otra historia de ficción en torno a una comunidad dependiente de la marisquería.

Su consagración como director quedó sellada con Machuca (2004), película que tuvo una amplia difusión internacional y una excelente recepción tanto del público como de la crítica, la que le mereció importantes premios y reconocimientos. La cinta muestra la amistad entre dos niños santiaguinos de diferentes clases sociales durante los días previos al golpe de Estado de 1973.

Con sus últimas producciones ha recibido importantes premios internacionales. En febrero de 2009 su largometraje La buena vida ganó el Goya a la Mejor Película Extranjera Hispanoamericana y el premio Colón de Oro en noviembre de ese mismo año.

En 2011 se estrenó Violeta se fue a los cielos, cinta basada en la el libro autobiográfico del mismo nombre publicado por Argel Parra en 2006, en ella se aborda de manera no lineal la vida Violeta Parra. Este largometraje, visto por más de 6.000 espectadores en salas, ganó en enero de 2012 el Premio Internacional del Jurado en el Festival Sundance.