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Entre otras

Entre las décadas del diez y del cincuenta del siglo XX, nuevas iniciativas editoriales aparecieron en la capital en forma de revistas fugaces o publicaciones de mayor aliento. Estas empresas fueron concretadas por estudiantes, profesionales y/o aficionados y se llevaron a cabo paralelamente a la creación de otros medios de difusión. Aunque la circulación de estos otros medios tuvo históricamente mayor impacto cultural, la presencia y la labor desarrollada por las decenas de entusiastas colaboradores y gestores de estas publicaciones ha realzado su importancia con los años, particularmente por el hecho de que en ellas colaboraron buena parte de los intelectuales que ayudaron a formar la compleja red de publicaciones periódicas de la primera mitad del siglo recién concluido.

Si revisamos cronológicamente la aparición y duración de estas publicaciones, observaremos que varias de ellas se prolongaron por un tiempo superior a un lustro, convirtiéndose en una referencia complementaria respecto de las revistas que alcanzaron mayor notoriedad.

Un cuadro sinóptico de las publicaciones seriadas que aparecieron durante los dos primeros tercios del siglo XX, es el que sigue:

1912

Arte y vida: revista musical.

1913

La Orquesta, Órgano de la Sociedad Orquestal de Chile

1934-1939

Revista de arte, publicación editada por primera vez en 1928 por Carlos Humeres (pieza fundamental de la publicación de la revista Marsyas) en convenio de la Sociedad Bach con el Departamento de Educación de Artística del Ministerio del ramo. Esta revista fue suspendida ese año y reeditada por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile entre 1934 y 1939, a la cual se le agregó posteriormente un Boletín Mensual, que vio la luz entre 1939 y 1940.

1932-1934

La Sociedad de Amigos del Arte publica la revista Más.

1937-1939

Casa Wagner edita Cultura Musical, donde escribió Jorge Urrutia Blondel, señero compositor y musicólogo chileno.

1929-1947

En este período los Centros de Alumnos del Conservatorio Nacional de Música crean diversas revistas, entre ellas la Revista Musical (1929), similar a Marsyas, Pauta (1943-1945) y Psalterium (1947).

1948-1956

Enrique Bello funda y edita el semanario Pro Arte.