En 1970 Edgardo Boenninger presidió el jurado del Premio Nacional de Arte, junto a Miguel Rojas, Sergio Castillo, Emilio Morales y Adolfo Guerrero. La elección tuvo un carácter particular ya que las candidatas fueron las más destacadas escultoras de nuestro país, entre ellas, Lily Garafulic, Laura Rodig y Blanca Merino. Finalmente el premio recayó en Marta Colvin.