La vindicación de la primavera
Tras un primer intento de 1964 que tituló Uka Ara, Patricio Bunster estrenó en 1987 su versión definitiva de la pieza de Igor Stravinsky, La consagración de la primavera, que en sus manos pasó a presentarse como La vindicación de la primavera. La coreografía fue llevada a escena junto al Ballet Nacional Chileno, donde oficiaba de director invitado, y marcó la reapertura del Teatro Baquedano, ubicado junto a la Plaza Italia.
Bunster mostró un interés por otorgarle al original una lectura política y resaltó la pugna entre los hombres y el Gran Jaguar, donde la Primavera termina venciendo a la Muerte. Basado en la partitura de Stravinsky, el coreógrafo produjo un libreto propio, inspirado en el mundo americano y en un momento histórico chileno. La puesta contó con vestuarios del diseñador Marco Correa e iluminación de Irma Valencia.
La vindicación de la primavera ha sido repuesta con distintos elencos en las temporadas de 1989, 1992 y 2001.