Maestros de baile
Antes de la llegada de las danzas norteamericanas, la interpretación de cuadrillas y contradanzas con sus figuras, molinetes, pasacalles, cruces, espejos y paseos planteaba tal grado de dificultad que hacía de los maestros de baile personajes indispensables. El investigador Ramón Andreu menciona en La danza de salón en Chile: breve visión panorámica que desde 1893 se hizo obligatoria la enseñanza de la música y el baile en las escuelas.
Los maestros de danza enseñaban además el comportamiento en los salones y publicaban tratados sobre urbanidad, etiqueta e historia de la danza.
En 1888 el maestro Juan Chacón Ustariz publicó en Chile la segunda edición de su libro El arte de bailar en cuyo prólogo se explica que la danza es un ejercicio completo, "Es indispensable que, para que un ejercicio sea provechoso y dé resultados que se le buscan, se haga con entera voluntad, y de modo que divierta al mismo tiempo.[...] El ejercicio que reúne en sí todas las cualidades anteriormente enumeradas no es otro que el baile...". En este tratado se describía la forma exacta de bailar danzas como la polka, la mazurka, el pas des patineurs, vals Boston, el bolero, la habanera, la cueca y los distintos tipos de cuadrilla. Otros capítulos de éste eran "Origen del baile", "De la etiqueta y el buen tono".