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MEMCH y el Frente Popular

La relación entre el MEMCH y la coalición política del Frente Popular se expresó de distintas formas. Desde las elecciones parlamentarias de 1937, las memchistas declararon su simpatía política por la izquierda a quien le atribuían un interés genuino por la igualdad de salarios entre hombres y mujeres, apreciación que justificó que aquellas trabajaran en la campaña presidencial de Pedro Aguirre Cerda. En adelante, las delegadas oficiales del MEMCH participaron activamente en asambleas, campañas y acciones del Frente Popular inspiradas tanto en el proyecto político común como en la lucha por la igualdad entre los sexos. Sin embargo, el MEMCH no dudó en criticar a la coalición gobernante la falta de compromiso respecto de la condición de la mujer; se acusaba al Partido Comunista de ser "excesivamente perezoso" respecto de incorporar materias de interés femenino y a los partidos socialista y radical de ni siquiera contemplarlas en sus congresos partidarios.

La relación entre el MEMCH y el Partido Comunista hizo públicas las contradicciones entre la lucha de clases y la lucha feminista de aquellos años; las memchistas deseaban reunir a mujeres de diversa condición social, profesionales, obreras y madres, en torno a las demandas feministas más radicales y las militantes comunistas que participaban del movimiento y el propio partido, se interesaban por incorporar a las mujeres en la lucha de clases reforzando las imágenes tradicionales de madres y dueñas de casa, compañeras ideales de los hombres obreros. La consecuencia política más inmediata de esta relación fue la interrupción de la colaboración entre las memchistas y el Partido Comunista después de 1947 lo que, evidentemente, reestructuró la capacidad de acción del MEMCH pues perdía una base social importante en las mujeres obreras organizadas.