El abanderado


El abanderado es la segunda parte de la trilogía de Heiremans compuesta además por Versos de ciego y El tony chico. En ella el autor aborda nuevamente temas recurrentes en su obra, tales como el sentido trascendente de la vida, la muerte y la soledad, aunque expresados de otro modo, con un matiz más oscuro y pesimista. Quizás este carácter se deba a la perspectiva descarnada y terrenal que prima en El abanderado y que hace aflorar la herida abierta del mundo a través de los personajes.
El abanderado, Juan Araneda, es el hijo de una prostituta de pueblo. Ella, con el simbólico nombre de Pepa de Oro, recuerda el materialismo de una sociedad que se rige solo por la riqueza económica. La formación de su hijo es dura y brutal: encerrado desde niño en el entretecho del burdel, se convierte en testigo, desde temprana edad, de todos los vicios humanos. Desde su sitio de encierro, Juan participa en el mundo perversamente y la crueldad que de él aprende, es el modelo que él mismo va a repetir una y otra vez a lo largo de su vida, pues solo sabrá entregar violencia a los seres de su entorno.
Pese a tratarse de una cruda historia de dolor y sufrimiento, el influjo del existencialismo cristiano en la poética de Heiremans se revela hacia el final de la obra. La instancia de redención que se ofrece al protagonista deja traslucir la idea de que aquellos que se hacen cargo de sus actos y los asumen responsablemente serán capaces de llegar a Cristo y a la esperada resurrección.
La obra se estructura en torno al personaje central de Juan Araneda. A diferencia del estilo de la tragedia clásica o de la dramaturgia de inclinación social, en El abanderado simplemente se intenta mostrar a un hombre destinado a una vida desgarrada desde su nacimiento. Su condena pone de manifiesto la profunda filiación simbólica de la imaginería heiremaniana con la tradición cristiana: la historia de Juan es un correlato de la vida de Cristo, su pasión y su camino hacia el Gólgota, que pretende remecer al público ante la expectativa de una inevitable crucifixión.
El Abanderado fue estrenada en la sala Antonio Varas, por el Instituto del Teatro de la Universidad de Chile, en mayo de 1962. Fue dirigida por Eugenio Guzmán, con escenografía de Guillermo Nuñez, vestuario de Sergio Zapata e iluminación de Víctor Segura. El elenco original estuvo integrado por:
Alférez de "Coligüe bajo": Franklin Caicedo
Otro Alférez de "Coligüe Bajo": Ramón Sabat
Mujeres de "Coligüe Bajo": María Valle, María de la Luz Pérez, Claudia Paz
Hombres de "Coligüe bajo": Flavio Candia, Alfredo Mariño, Eduardo Pérez, José Pineda
Cornelia: Gabriela Hernández
Cabo González: Andrés Rojas Murphy
Cornelio Torrealba: Lucho Barahona
Bruna: Domingo Tessier
Zuñiga: Fernando González
Juan Araneda (El Abanderado): Mario Lorca
Otros Hombres del baile de "Coligüe Bajo": Sergio Díaz, Carlos Garrido, Fernando Bordeu, Mario Burgos, Miguel Littin, Luis Bravo
Pepa de oro: Carmen Bunster
El tordo: Jorge Lillo
Yala: María Castiglione
Doris: Coca Melnick
Estela: Claudia Paz
Chela: Raquel Vergara
Sonia: María Teresa Fricke
Cantante: Elga Cristina
Guitarrista: José Bravo
Otro Guitarrista: Eduardo Pérez
Clientes: Fernando González, Armando Cavieres
Vendedor: Ramón Sabat
Otros vendedores: Jorge Acevedo, Carlos Quintanilla
Vecinas: María Teresa Fricke, Claudia Paz, María de la Luz Pérez, Coca Melnick, María Castiglione, María Valle, Elga Cristina
Vecinos: Hernán Poblete, Sergio Díaz, Hugo Pertier, Hernán Pinto, Luis Bravo
Alférez de "La Calavera": José Bravo
Hombres del baile de "La Calavera": Heine Mix, Jorge Boudon, Eduardo Pérez, Hernán Pinto, Fernando González
Alférez de "Peña Blanca": Sergio Aguirre
Donoso: Tennyson Ferrada
Riquelme: Rubén Sotoconil
Otros Policias: Armando Cavieres, Jorge Acevedo, Carlos Quintanilla