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Juan Gallardo (1906-1976)

Juan Gallardo, seudónimo que adoptó Arturo Sills Zepeda, se inició como fotógrafo probablemente en el taller de su padre, donde recogió como aprendiz las sutilezas del oficio. Su trayectoria, de más de veinte años, tuvo como principal escenario la ciudad de Rancagua, que para entonces presentaba un gran potencial económico debido a su cercanía con la mina de cobre de El Teniente. El establecimiento del fotógrafo en esta zona pudo haberse debido a su amistad con el actor Alejandro Flores, quien poseía una residencia en San Francisco de Mostazal; posiblemente fue también él quien lo vinculó al mundo del espectáculo, el que habría de convertirse en uno de los temas fotográficos predilectos de Gallardo. Así lo atestiguan sus retratos a varias estrellas locales e internacionales de la época, como los que realizó al actor Rafael Frontaura, a la soprano Margarita Salvi, las actrices Rosita Moreno y María Guerrero, y el actor mexicano Jorge Negrete.

Su estilo manifiesta una notoria afinidad con la estética hollywoodense, cuya influencia se aprecia en las poses, el uso del retoque y los juegos de luz de cada uno de sus retratados. Ya fuera que se tratara de una persona común y corriente o de una estrella, Gallardo lograba conferirles un aura de glamour a ambas por igual. De esta forma, el retrato permitía sublimar la realidad cotidiana y borrar las fronteras entre esta y el mundo de fantasía en que toda mujer se reencarnaba en una reina de belleza o una estrella de cine.