Alianza con los mapuches
Los primeros contactos que se dieron entre holandeses y mapuches fueron en las islas Mocha y Santa María, territorios que no estaban habitados por los españoles, transformándose por lo tanto, en lugares conocidos de llegada para los navegantes extranjeros.
La primera expedición en llegar a isla Mocha fue la de Simón de Cordes, la que terminó con la muerte de éste y de gran parte de su tripulación. Poco tiempo después, Oliver Van Noort fue recibido favorablemente por los mapuches de estas islas, manteniendo tratos con ellos durante tres días. En 1615 Joris van Spilbergen intercambió utensilios con los indios de Isla Mocha, pero incendió el poblado de la isla Santa María, cuando descubrió que una guarnición española planeaba atacarlos.
Finalmente, cuando Jacob Roggeveen pasa por la isla Mocha en 1722, la encuentra absolutamente deshabitada, ya que ésta había sido despoblada entre 1685 y 1687 por el gobernador Jerónimo de Quiroga, con el fin de evitar que los mapuches siguieran ayudando a los invasores.
Fue la expedición de Hendrick Brouwer la que estableció la más importante alianza con los mapuches de Valdivia, donde estuvieron dos meses tratando de establecer una colonia holandesa en ese lugar.
Sin embargo, el principal fruto de estas relaciones se encuentran en las crónicas de estos viajeros, quienes tuvieron gran preocupación por conocer el mundo, lengua y costumbres de los mapuches. Es interesante destacar que los holandeses son los primeros en ocupar la palabra "chilenos" para referirse a ellos y que es precisamente un holandés, Gergius Macgravius, el primero en hacer un estudio más o menos científico a partir de las descripciones hechas por la expedición de Brouwer, el que fue publicado en Amsterdam en 1648.