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Gabriel Guarda

Según los recuerdos del padre Gabriel Guarda, su primer contacto con los benedictinos comenzó cuando ingresó a la Universidad Católica y los estudiantes escuchaban los cantos gregorianos de la orden en el Teatro Municipal. Tiempo después, comenzó a asistir periódicamente a la misa del monasterio de la orden y a relacionarse con los monjes, lo que lo llevó a que, una vez titulado de arquitecto, ingresara a la orden.

Cuando comenzaba su formación espiritual se le pidió que, en conjunto con el hermano Martín Correa, diseñara un nuevo templo para la orden, tarea que llevó a cabo entre 1960 y 1964. Una vez finalizada, la Iglesia del Monasterio Benedictino ubicada en la zona oriente de la capital, fue considerada de inmediato como una de las obras más relevantes de la arquitectura moderna chilena, siendo declarada monumento histórico nacional en 1981.