periodista
Una vez terminada la educación secundaria, Eusebio Lillo no pudo seguir la carrera de Leyes, como su familia lo esperaba. No está claro si ello se debió a razones de salud o económicas. De ahí en adelante se dedicó al periodismo, labor a la que más tarde se sumarían otras ocupaciones paralelas (funcionario público, hombre de negocios y político). En esos primeros años, trabajó colaborando en diversos medios, como El Siglo, El Crepúsculo, El Entre-Acto, Revista de Santiago, El Progreso y El Timón, entre otros.
Como periodista, destacó por llevar una voz crítica en los debates contra los gobiernos conservadores, convirtiéndose con el tiempo en una figura autorizada en materias políticas y de actualidad nacional. Muchas de estas colaboraciones quedaron registradas de manera anónima, lo que ha dificultado su clasificación y cuantificación, según advierte Raúl Silva Castro (citado en Silva Castro, Raúl. Eusebio Lillo: 1826-1910. Santiago: Editorial Universitaria, 1964).
Fundó dos diarios entre 1850 y 1851 para difundir las ideas de la Sociedad de la Igualdad: El Amigo del Pueblo y La Barra. Además, se desempeñó como corresponsal de la Guerra del Pacífico para varios diarios de Santiago.