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Proyecto de escritura

Desde un comienzo, Diamela Eltit mostró a través de una innovadora propuesta discursiva y usando una diversidad de soportes artísticos -ensayo, novela y artes visuales- una atenta y crítica lectura de los signos sociales y culturales del entorno. Su obra se articuló indisolublemente de sus preocupaciones teóricas y políticas, tal como ella misma señaló: "estoy abierta a leer los síntomas del desamparo, sea social, sea mental" (Emergencias: escritos sobre literatura, arte y política. 1a. ed. Santiago de Chile: Planetal/Ariel, 2000, p. 174).

En el ámbito literario, logró construir un estilo formal único, cuyo rasgo distintivo fue: "el carácter fragmentario, la acogida de distintas hablas, la presencia de una oralidad que permea el discurso escrito alterando su sintaxis constitutiva, la heteroglosia buscada como elemento desestabilizador de la estética y el orden social dominantes" (Prado Traverso, Marcela. "La obra literaria de Diamela Eltit, testimonios desde la Marginalidad", Nueva Revista del Pacífico, (40): 139-146, 1995). Esta propuesta de escritura, calificada muchas veces de experimental, opaca, artificiosa, le sirvió para llevar a cabo su propia representación de lo social, la política y la cultura: "Desde el borde, Eltit inicia el recorrido de una obra literaria que, como proyecto de interrogación a los órdenes dominantes, se adentrará en oscuros laberintos de los lenguajes, la psiquis pública y privada de lo latinoamericano. La escritura se propone como cifra y develamiento de signos político-culturales" (Olea, Raquel. Lengua víbora: producciones de lo femenino en la escritura de mujeres Chilenas. 1a. ed. Santiago: Cuarto Propio: Corporación de Desarrollo de la Mujer La Morada, 1998, p. 47).

Las principales temáticas de su obra fueron desde un principio: el poder y el autoritarismo; la sexualidad y el cuerpo, lo privado y lo público, las identidades de género, la maternidad y las relaciones filiales. Señala al respecto Marcela Prado Traverso: "La voz multidiscursiva y multigenérica de la obra de Diamela Eltit, -se ha hablado de un mestizaje genérico, de un acoplamiento incestuoso de géneros- es una voz que habla a la cultura toda, es una voz que apela a todos los ciudadanos en cuanto sujetos activos y éticamente comprometidos en la tarea permanente de revisar sus estructuras de pensamiento, en la tarea aún más urgente de observar la forma como la ideología oficial ingresa en el cuerpo, en la experiencia individual y la orienta o desorienta en función de un proceso de reproducción de las ideologías dominantes" ("La obra literaria de Diamela Eltit, testimonios desde la Marginalidad", Nueva Revista del Pacífico, (40): 139, 1995).