diarios de viaje
Si bien el diario de viaje no corresponde exactamente a un diario íntimo, sí presenta algunas características que se trasuntan de este género. Elaborado como mecanismo para registrar las reflexiones y vivencias experimentadas en el curso de un desplazamiento territorial, el diario de viaje es un relato que permite al autor reencontrarse consigo mismo, con su entorno, con su hogar, mientras lo rodea un paisaje desconocido.
Estos apuntes de los viajeros permiten reconstruir las maneras en que el sujeto formula lo propio y lo ajeno a través de la observación. En este sentido, el diario de viaje cumple una doble función: a medida que construye la imagen del sujeto, configura también un imaginario del territorio desconocido, a través del cual se dejan ver los paradigmas culturales subyacentes a la representación de la alteridad. La condición foránea del viajero permite establecer las convergencias y divergencias entre dos culturas, ya sea que se trate de un viaje ilustrado a través de un mundo exótico o, bien, de un viaje iluminador. Dentro de ambas categorías podemos encontrar diarios de extranjeros que viajan por Chile -como los de Mary Graham, Aquinas Ried y Carl Andwandter- y diarios de chilenos que viajan por el mundo -como los de Sara del Campo Montt, Vicente Pérez Rosales y Benjamín Vicuña Mackenna, entre otros.