La Exposición Internacional de 1875 permitió dar a conocer al mundo el progreso de las instituciones y el desarrollo de economía chilena. Asimismo, puso al alcance del público nacional los últimos avances científicos y tecnológicos aplicados a las actividades productivas.

El Correo de la Exposición fue el medio de difusión oficial del evento a través del cual los organizadores dieron a conocer el espíritu ilustrado que los animaba. De esta manera, consideraban que al poner al alcance del gran público los adelantos en el conocimiento, las artes y todo el quehacer humano, contribuían a la estabilidad y al progreso de todas las naciones y, finalmente, a la felicidad de la especie humana.

Con formato de periódico, esta publicación apareció quincenalmente entre septiembre de 1875 y febrero de 1876. Los artículos, escritos en español y francés, están sobriamente ilustrados con dibujos de maquinaria y herramientas, pabellones y obras de arte participantes en la Exposición, retratos de hombres famosos comprometidos en la organización y planos de las instalaciones.

Sus contenidos se refieren a los temas de la muestra, a la descripción de los pabellones nacionales -Brasil, Guatemala, Venezuela, Francia y Bolivia-, a comentarios sobre novedades científicas y tecnológicas -cosechador de maíz, elevador de paja, amalgamador de la plata, entre otros-, proyectos de arquitectura e ingeniería -casas para colonos en el sur y sistemas de enrielados para gradientes muy elevadas-, y reseñas sobre instituciones nacionales de formación técnica, como la Escuela Superior de Agricultura.

En general, la temática predominante del periódico es la aplicación práctica de los adelantos técnicos en exhibición, explicación de proyectos y semblanzas de personajes; pero también aparecen algunas notas sobre aspectos más sutiles y menos pragmáticos del certamen que dan cuenta de la mentalidad de la época, como los comentarios de Rodulfo Amando Philippi sobre la colección de antropología ecuatoriana, la exposición de atlas antiguos en el pabellón alemán, o la descripción de la muestra botánica de Valdivia, en la que se deslizan algunas críticas a la obra de Claudio Gay.