Cuando uno se queda en un lugar
es sólo para esperar la muerte.
Adolfo Couve

A pesar de su sólida formación e indiscutible talento, a principios de la década del setenta decidió dejar la pintura y dedicarse por completo a su vocación literaria. Fue un artista formal en extremo que rehuyó lo anecdótico y privilegió el purismo tanto en el lenguaje plástico como el literario. Conjugó ambas disciplinas y se inclinó por la escritura. A partir de 1984 volvió a tomar los pinceles en forma intermitente respondiendo a lo que calificó como una necesidad natural. Couve se autodefinió como artista y fue catalogado de genial y perfeccionista por críticos y conocedores de arte y literatura.

Adolfo Couve fue considerado un artista solitario y excéntrico, su vida se vio afectada por agudas crisis de angustia que provocaron su temprana y trágica muerte a los 57 años, en Cartagena, localidad costera de Chile Central, lugar donde se había recluido para escribir desde 1984.