Fines de la década de 1980

En los años 1980 la vida urbana de cafés y restaurantes decayó respecto a la efervescencia del pasado. La instauración del gobierno militar provocó el cierre de muchos locales, además de modificar las costumbres del santiaguino o del porteño: "Con el 'toque de queda' ya no se podía salir a las calles. Hay patrullas de vigilancia. El control es estricto" (Manuel Peña Muñoz. Los Cafés Literarios en Chile. Santiago: RIL Editores, c2001. p. 189).
A fines de dicha década, se revitalizó el ambiente santiaguino y comenzaron a abrirse innumerables espacios destinados a la reunión. El barrio Lastarria en especial impulsó el resurgimiento de los cafés y locales de vida nocturna. Allí, se instalaron bares y cafeterías, destacándose el Café de la Pérgola de la Plaza del Mulato Gil de Castro, el que se convirtió en un nuevo punto de encuentro para intelectuales y para recitales de música. Allí siempre estaban: Jorge Edwards, Carlos Franz, Diego Maquieira y Arturo Fontaine Talavera, entre otros.
Otro establecimiento de eternas veladas literarias fue el Café del Biógrafo, inaugurado en 1988 por Douglas Hübner, cineasta y periodista; el productor Sergio Trabuco, el escritor Antonio Arias y Eduardo Tironi. Fue un lugar frecuentado por actores, tales como Ana González, Patricia Rivadeneira, Pedro Vicuña; escritores, entre ellos, Antonio Skármeta, Poli Délano, Tomas Moulián, José María Memet, Armando Uribe, Jaime Collyer y muchos otros más. Cerró sus puertas en marzo del 2001.
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