La Congregación de las "Hijas de María Inmaculada para el servicio doméstico" fue fundada en Madrid en 1876 por Sor María Vicente López Vicuña, quien fue canonizada en 1975. Se fundó en Santiago en 1913, con el apoyo del entonces Arzobispo de Santiago, Juan Ignacio González Eyzaguirre, y de la Compañía de Jesús. Las tres religiosas que realizaron el primer viaje se instalaron, en un primer momento, en la calle López (Recoleta), para luego trasladarse a la calle Lord Cochrane en diciembre de 1915. Dentro de sus apostolados estaba la creación de un colegio, destinado a niñas de sectores vulnerables y de regiones, que formaba mujeres para el servicio doméstico. Además de la formación en lectura y escritura, contabilidad y quehaceres domésticos, el Colegio se ocupaba de recibirlas los domingos, para que asistieran a misa y tuvieran actividades recreativas. Se preocupaba así de proteger su moralidad, colocándolas en familias "honorables" que velaran tanto por su bienestar físico como moral, en un periodo donde las mujeres empleadas en el servicio doméstico eran numerosas, poco educadas y vulnerables a nivel laboral y sexual.