Carmen Smith de Espinosa, como testigo de su tiempo y de las altas condiciones sociales en las que se desenvolvió a largo de su vida, aborda en sus memorias su linaje, infancia, juventud y recuerdos familiares, acompañando su relato con versos y fotografías alusivas. Se aproxima, además, a algunas escenas de la revolución de 1891 y hace algunas reflexiones políticas relacionadas con su círculo social.

En la introducción a sus escritos aclara que no es una especialista literaria, no obstante, sus vivencias la animan a compartir sus recuerdos con los lectores: "Pido benevolencia a las personas que lean estas memorias, pues han sido escritas sin ninguna preparación literaria. Animóme a escribirlas el muy noble y bondadoso señor y amigo, don Darío Ovalle Castillo, quien me decía que no carecían de interés los variados acontecimientos de mi vida y que los relatase tal como hablaba sin pretensiones de amoldarme a las reglas gramaticales y de literatura". (Smith , Carmen. Mis memorias. Santiago: Impr. El Imparcial, 1936, p.5).