Subir

Inicios del proceso revolucionario o "Patria Vieja" (1810-1814)

Las primeras tendencias revolucionarias en Chile se dieron a partir de las noticias llegadas desde el Río de la Plata sobre la captura y encarcelamiento en Bayona del rey Fernando VII por parte de las fuerzas de Napoleón, que ocuparon España entre 1808 y 1813.

Si bien existieron algunos movimientos autonomistas previos como la "Conspiración de los tres Antonios" (1778) que buscó movilizar la idea de la conformación de una república en Chile, fue recién con los levantamientos de la elite criolla organizada en los cabildos en contra de la designación del gobernador Francisco Antonio García Carrasco (1742-1813) -tras acusaciones de arbitrariedad, despotismo y corrupción, con lo que se decretó su posterior destitución y conformación de la Primera Junta de Gobierno del 18 de septiembre de 1810-, que los bandos políticos fidelistas y separatistas o autonomistas se organizaron entre los criollos y españoles, para hacer frente al nuevo contexto que vivían las colonias americanas.

En sus inicios, el movimiento fue pacífico e incluso se mostró fiel a la soberanía y legitimidad del rey apresado. Sin embargo, con el correr de los meses, la incertidumbre en Europa y la aparición de figuras como Juan Martínez de Rosas (1759-1813), José Miguel Infante (1778-1844), Bernardo O´Higgins Riquelme (1778-1842) y el retorno al país de José Miguel Carrera (1785-1821), la situación sufrió un vuelco revolucionario.

El 1 de abril de 1811 se llevó a cabo el denominado "Motín de Figueroa", primera sublevación militar española contra los criollos independentistas, liderado por el militar español Tomás de Figueroa (1747-1811), contrario al "movimiento juntista" y que buscó detener el proceso de elección de diputados para el Primer Congreso Nacional. Figueroa movilizó sus fuerzas desde Concepción a Santiago y en la capital organizó algunos batallones que se presentaron leales al rey y que estaban a la espera de que algún líder militar se levantase para dar un golpe al autogobierno chileno. El movimiento fue apoyado por la Real Audiencia de Santiago y fue reprimido por el Ejército patriota encabezado por los hermanos Carrera.

Tomás de Figueroa fue apresado en el convento de Santo Domingo, procesado y condenado a muerte junto con el resto de conspiradores, mientras que la Real Audiencia fue disuelta definitivamente y algunos de sus miembros también fueron procesados (Gay, Claudio. Historia de la Independencia Chilena. Tomo I, Paris: Imprenta de E. Thunot y Cía., p. 176-191).

Luego de algunos incidentes entre los revolucionarios, sobre todo entre los líderes de Santiago y Concepción, diferencias que fueron refrendadas en un acuerdo de paz y la definición de una línea de acción tendiente a la emancipación, el 4 de julio de 1811 se formó el Congreso Nacional, en el que participaron diputados de todas las provincias y entre los que se encontró un grupo de moderados que obstruyeron las iniciativas de tendencia revolucionaria. Debido a aquello, el 4 de septiembre de 1811, José Miguel Carrera -apoyado por sus hermanos, el bando "rozista" y la familia Larraín Salas- dio un golpe de Estado con el fin de conformar un nuevo Congreso, que tuviera una postura más radical frente al proceso independentista, el que sería reorganizado en 1812 luego de un nuevo golpe de Carrera.

Esto condujo a la formación de la primera gran expedición española enviada desde el Perú por el Virrey José Fernando de Abascal (1743-1821), liderada por el brigadier Antonio Pareja (1752-1813), quien desembarcó en Chiloé para organizar sus fuerzas, las que avanzaron hacia Concepción y atacaron a los liderados por José Miguel Carrera, dándose inicio de manera formal a la guerra independentista.

Pareja tomó ventaja durante los primeros meses de 1813, sobre todo luego de la batalla de Yerbas Buenas donde fueron derrotados los patriotas. La batalla de San Carlos del 15 de mayo de 1813 fue favorable para estos últimos y obligó a los españoles a replegarse a Chillán, donde Carrera los sitió con sus tropas. Durante el "sitio de Chillán", los patriotas fueron debilitados debido a las indecisiones de Carrera, la falta de recursos y soldados. Evitaron la derrota solo tras la llegada de O´Higgins junto a un nuevo contingente, que les permitió la victoria en la batalla de El Roble. Posteriormente, Pareja enfermó y falleció en Chillán el 21 de mayo de 1813, lo que dio cierta ventaja a las fuerzas patriotas que recuperaron Talca, Concepción y Talcahuano. Mientras el Virrey envió una nueva expedición, las actitudes personalistas de Carrera fueron castigadas con su destitución del cargo de general, siendo entregado ese título a O'Higgins en octubre de 1813 (Barros Arana, Diego. Historia Jeneral de Chile: Tomo IX. Santiago: Rafael Jover, editor, 1888, p. 43-196).

Estos primeros años de revolución y guerra -denominados tradicionalmente como Patria Vieja- fueron registrados en diferentes obras escritas por patriotas y realistas. Uno de ellos fue el español realista de origen paraguayo Manuel Antonio Talavera (1761-1814), quien llevó un detallado diario de los sucesos ocurridos en Chile entre 1810 y 1813. Gracias a ese diario, Fray Melchor Martínez (1762-1840), religioso fiel a la Corona española, pudo confeccionar su Memoria histórica sobre la Revolución de Chile: desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814, escrita de orden del Rei (1815, reeditado en 1848 por Nicasio Ezquerra y Cía.), encargada por el Rey a través del Ministerio de Indias y del gobernador Osorio en Chile, lo que constituyó la primera historia sobre los sucesos de Chile entre 1810 y 1814.

Martínez realizó una breve descripción de la geografía, clima y división territorial, gobierno, economía, formación social y civilizatoria del reino, para luego explicar las razones de la revolución criolla. Relacionó directamente a la Revolución Francesa y las ideas ilustradas con los movimientos emancipatorios americanos y en especial con el de Chile, ideas a las que denominó como "falsa filosofía" y las definió como débiles y menores frente a las ideas del pasado clásico. Según Martínez, la independencia de Estados Unidos fue el principal ejemplo de autonomía y de sistema de gobierno seguido por los criollos (Martínez, Melchor Memoria histórica sobre la Revolución de Chile: desde el cautiverio de Fernando VII, hasta 1814, escrita de orden del Rei, Valparaíso: Imprenta Europea, Ezquerra, Nicasio y Cía., editores, 1848, p. 16-19).

El Diario Militar de José Miguel Carrera fue también un documento fundamental para reconstruir la historia de los sucesos desde la perspectiva revolucionaria y separatista. En este el general dejó ver también las diferentes enemistades que se desarrollaron entre los líderes del bando criollo, los problemas para organizar el Congreso y el Ejército y deslizó también varias de sus ideas políticas (Carrera, José Miguel. Diario militar del jeneral Don José Miguel Carrera, en Colección de historiadores i de documentos relativos a la independencia de Chile, Tomo I, Santiago: Imprenta Cervantes, 1900-1966).

Libro

Manuscrito