Crítica literaria femenina
La poesía femenina de la década de 1980 estuvo cruzada por el tema del género más que de categorizaciones generacionales. Es así que "el cuarto propio" de las mujeres poetas ofreció a la crítica literaria un nuevo espacio caracterizado por situarse en la perspectiva de lo femenino como género, indagando en su sexualidad, la maternidad y lo doméstico, entre otros. El discurso poético femenino de este período se caracterizó por ser subersivo, por mostrar a mujeres como participantes activas en la creación de una conciencia de sí y, por ende, en la historia.
La crítica Francine Masiello señala: "El tema no es simplemente la inclusión de un par de mujeres para fines compensatorios en el juego de estadísticas sobre la igualdad entre ambos sexos. No se trata de un programa de justicia social para poetas necesitadas ni de comprobar una vez más la existencia del fenómeno lírico femenino en las letras chilenas. Más bien, se trata de considerar la desventaja de no citarlas. Porque omitirlas es limitar el debate sobre las estéticas en conflicto (...) Sabemos además que la crítica literaria más llamativa no habla sin arriesgarse por lo nuevo, sin comprometerse con aquella azarosa aventura para superar el no-saber" (Masiello, Francine. "Estéticas y lecturas", Revista de Crítica Cultural, (24): 83, junio, 2002).